La falta de preocupación por reestablecer el Monumento a la Madre e imponer un contramonumento improvisado y de manera violenta, en la columna que dejó vacante el Monumento a Colón, para bautizar el sitio como "Glorieta de las Mujeres que luchan", es el mejor reflejo físico de lo que ha resultado la manipulación política y mediática de los movimientos femeninos a lo largo de la historia, que parten desde sus legitimas demandas pero mal encausadas, de luchar por el voto de las mujeres y no por el respeto al voto mixto, en la lucha por la libertad sexual sin condiciones de responsabilidades paternas, la lucha por el uso de la pastilla anticonceptiva sin reclamar a las industrias farmacéuticas, también la creación de una pastilla anticonceptiva masculina, el derecho al aborto sin diferenciarlo de la figura legal de la interrupción del embarazo, y ahora en la lucha en contra de la violencia de género en vez de la lucha por la no violencia generalizada, y abanderando la figura del feminicidio, creada en sudamérica, sin que exista la figura del masculinicidio, ante lo ocioso y difícil de la tipificación de una figura legal de ese tipo, que entorpece la persecución más práctica, que es el homicidio calificado. Son la acción de las justas causas que deberían ser parte de nuestra cotidianidad y vida en sociedad, lo que con planes perversos se vuelven demandas distractoras y no ejecutoras, para beneficio de grupos ajenos a los propios afectados y en una búsqueda de encontrar como aliado a quien siempre ha sido un enemigo histórico Más en www.somoselespectador.blogspot.com