domingo, 3 de octubre de 2021

AL 26 DE SEPTIEMBRE, DEL 2 DE OCTUBRE; NO SOLAMENTE LO SEPARAN UNOS DIAS

 































Anabel Hernández comentó que  las nuevas revelaciones del caso Ayotzinapa apunta que la verdad de los hechos se acompañaron en una mesa  de bebidas y platillos culinarios en una fiesta  celebrada en Juliantla, en el a la que asistieron Enrique Peña Nieto, Édgar Valdez, alias “La Barbie”, y Arturo Beltrán Leyva, de la que fue anfitrión Federico Figueroa, y en donde pudo estar presente su hermano  José Manuel Figueroa, actualmente finado y conocido artísticamente como Joan Sebastian, y quienes siempre  se cuidaron de aparecer lo menos posible juntos. La periodista apuntó la enorme probabilidad de que el grupo delincuencial “Guerreros Unidos” haya sido comandado por la familia Figueroa y que éstos hayan mantenido una estrecha relación con Peña Nieto para la quizá  matanza estudiantil en Iguala.  Los cambios de la administración pública  del país, nos alejan por mucho de aquel presidencialismo que imperaba en México en el 68,  pero la impunidad, incapacidad de investigación en el exterior del  ejército a  delincuentes uniformados, a esferas de poder, a funcionarios y exfuncionarios municipales, estatales y federales, nos acercan irremediablemente a aquellos años en donde la matanza impune, terminó con el nacimiento de un movimiento estudiantil, que estalló de manera tan inesperada que hasta sus promotores se sorprendieron. Las protestas de aquella época, comenzaron cuando la ciudad se preparaba para ser sede de los Juegos Olímpicos en octubre, un evento que pretendía presumir a una nación con una clase media en crecimiento y que estaba al frente de las economías emergentes. Meses antes de la inauguración olímpica, los estudiantes rompieron con esa fachada al tomar las calles; revelaron a la vista del mundo el enojo latente de una generación hacia las reglas represivas del país. El 2 de octubre los estudiantes se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas para una reunión vespertina, sin saber que había francotiradores aparentemente vinculados al gobierno en los techos de los edificios aledaños. Hubo caos y los soldados en los límites de la plaza, tenían ordenes de dispersar a la multitud, por lo que abrieron fuego en contra de ella, en un cuadro trágico, que en vez de borrarse, fue repetitivo en los sexenios de Salinas de Gortari, de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto para sus adversarios, y que en este sexenio no han sido castigados. El presidente de México Andrés Manuel López Obrador reiteró que  se han cumplido 98  de sus compromisos prometidos en su campaña presidencial del 2018, quedando solamente pendientes, dar con la verdad sobre el caso de la posible matanza de Ayotzinapa y descentralizar el gobierno federal. “Se ha avanzado bastante y no es un asunto sencillo porque es una red de complicidades y de componendas. Nada más que hemos tomado la decisión y por convicción, porque no somos iguales a los de antes, de llegar hasta el fondo, hacer justicia y encontrar a los jóvenes y no nos damos por vencidos”, ha señalado el mandatario. También frente a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, el presidente ha recordado el buen trabajo del Ejército Mexicano, así como sus errores. El mandatario  Andrés Manuel López Obrador acusó al expresidente Gustavo Díaz Ordaz de haber ordenado la matanza de los estudiantes en Tlatelolco en 1968. Y durante una  guardia de honor que  montó  en la Plaza de Tlatelolco para honrar a las víctimas de la masacre del 2 de octubre de 1968,  en ese entonces siendo   presidente electo,  se comprometió a no reprimir al pueblo durante su gobierno. “Empeño mi palabra de que nunca, jamás, daré la orden a las Fuerzas Armadas, al Ejército, a la Marina, a ninguna corporación policiaca, para reprimir al pueblo de México. No va a haber autoritarismo“, dijo. Más en www.somoselespectador.blogspot.com