Existe una gran preocupación por la manera de que los mexicanos que viven en el extranjero puedan participar en las elecciones, y votar por los cargos de elección popular, incluyendo al Presidente de la república. Sin embargo, independientemente de la falta de custodia honesta de urnas, de vicios del consentimiento que puedan embargar al votante en el extranjero, de fraudes y nulidades de procedibilidad y situaciones que alimentan la propaganda negra y la guerra sucia; también se debe valorar, - excluyendo a los mexicanos que trabajan en las embajadas o tienen cargos públicos en el extranjero y aquellos que trabajan en otro país, por haber sido comisionados por empresas domiciliarias en México-, qué tanto es necesario y qué tanto es justo que un mexicano que haya determinado vivir de manera legal o ilegal en el extranjero, que tiene poco o muy poco contacto con el país y quien se ha alejado de su vida social, política e informativa del mismo, con su voto pueda elegir la vida política, social y económica de aquellos mexicanos que sí viven en su territorio y cuyo modo de vida podría ser destinada por aquellos que no viven en el país.Más en www.somoselespectador.blogspot.com