Mucho se ha criticado a los Youtuber por su falta de preparación periodística y también a los malos interrogadores de las mañaneras presidenciales, pero realmente los comunicadores convencionales también son de pena ajena, están sobrevaluados, y de reporteros quieren dar el salto a lectores de noticias cuando no tienen la capacidad para ello. Tal es el caso de Maru Rojas quien se dice reportera profesional de Fórmula y quiere tener prestigio en su espacio informativo, pero Maru Rojas quien aparece en todos los noticieros de dicha estación de radio y de televisión, "con todo profesionalismo", se refirió a la renuncia del diputado Saúl Huerta a su candidatura de reelección por estar acusado de abuso o posible violación a un menor, a que con tal renuncia, el político "se bajó los pantalones", frase que expone el respeto de Maru por su oficio reporteril, y su preparación y su doblemoral. ¿Qué hubiera pasado que el personaje en cuestión hubiera sido una mujer, y la reportera hubiera dicho "se bajo la falda"?. En el noticiero de José Cárdenas, el propio lector de noticias atendió el enlace de la reportera para saber los pormenores del caso Saúl Huerta, pero cuando la informante, hizo saber de la renuncia del candidato morenista, no solamente se sobrepasó a dar su comentario editorial cuando solamente tenía que ofrecer un reporte, sino que también en tono burlón, ante un punto bastante delicado, exclamó ante la renuncia del candidato, "¿no que no?, se bajó los pantalones", a lo que Cárdenas por momentos quería caer en el juego de Rojas, pero finalmente reaccionó al asegurar que bien valdría la broma de no tratarse de una situación tan seria. Sin querer desviar la gravedad del asunto y lo importante de que las autoridades lleguen a la verdad histórica para que se actúe en consecuencia, sobre quien supuestamente abuso de un menor y posteriormente quiso acallar la denuncia por medio de un pago; tampoco podemos minimizar o dejar pasar de largo, las actitudes nada periodísticas de quienes dicen ser reporteros o reporteras de un medio de información que gozan de una concesión del Estado, y que ante comportamientos antiprofesionales y no éticos, no se actúe en consecuencia por parte de la propia empresa informativa como sí se quiere se actúe en otros casos. Es claro, que no importa si el medio de comunicación es tradicional o alternativo, ni sí es una casa de comunicación concesionada o independiente, ya que tanto quienes defienden los actos progresistas de gobierno como los resistentes al no progresismo, o los que tienen intereses creados, les gana más la pasión del ataque doloso e insidioso; que la vocación informativa, y el caso del comportamiento de Maru Rojas en su trabajo reporteril, habla por si solo.