ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Abundan los periodistas de espectáculos en el panorama informativo de México, al ser una fuente que en la actualidad ha bajado su calidad profesional, además de que los programas de notas frívolas son los más socorridos para encontrar nido en las programaciones de los medios de comunicación, ya que forman parte de un concierto estratégico de los formadores de esquemas para de que los receptores aumenten su pereza mental y su ignorancia, en una retroalimentación perfecta, entre el ignorante que habla o escribe y el ignorante que oye o lee. El aparente entretenimiento en los medios de comunicación es un disfraz, que no es más que la seducción al habito de la intelectualidad inoperante, que convierte hasta en intolerante a quienes son adictos del razonamiento fácil hasta el irracionamiento tolerado, que descalifican a aquellos que sí analizan, dudan y cuestionan. El columnista de espectáculos, el reportero, el informador y todo aquel que podía opinar sobre el entorno a la realización musical, escénica, corporal o plástica, se ha semiextinguido ante el nacimiento de una generación periodística de primates homínidos, que se dicen ser periodistas de la nota del corazón rosa, y cuyo periodismo es parte del serrucho eléctrico que fractura el periodismo de fondo, nuestra cultura y el sistema educativo -y no me refiero solamente al que es de carácter académico-. Será siempre enajenante, aunque se confunda con ameno; escuchar lo relativo a lo estúpido que a lo inteligente, a la nota rosa en vez de al espectáculo y el arte; a lo electorero y partidista que a lo político, y es de lo político de lo cual ya están cansados de ello, tanto el público que pertenece a un sector educativamente desprotegido, así como los propios pseudoperiodistas, que ignoran el momento histórico que vive el país y lo necesario de ejecutar un periodismo fundamentado, ya que hasta les molesta hablar de política porque no saben que es la política y la confunden, porque están envueltos en el sometimiento estratégico que los ha inutilizado por conveniencia de poder, a entablar lo que es una conversación política. El deterioro globalizado de la mayoría de las sociedades, incluyendo la mexicana, está basado en su desorganización y en su incapacidad para tomar decisiones en fortalecimiento de las determinaciones morales y éticas particulares, también familiares, también grupales e institucionales, es decir, se ha dado forma a lo que es la antipolítica, lo que simplemente concluye, en la formación animalesca sistematizada. Más en www.somoselespectador.blogspot.com