Ser pacifista no es lo mismo que ser ignorante. Quien no busca ni quiere actos violentos, debe ser más inteligente que quien los busca pero también debe ser más paciente. La idea peligrosa pero justificable por lo emergente del caso, de cambiar primero la vida pública del país y luego la política, mediante el uso de mecanismos que serían contradictorios, contraproducentes e inadecuados en un Estado de Derecho de avanzada; resultan la acción más adecuada en un Estado deformado y en un país arruinado por quienes lo tenían bajo su poder y por otros quienes aún lo tienen, en dichas condiciones. Ante esa situación, un Presidente de la República que llega con legitimidad moral y legal, y que antes de ser votado y de llegar al cargo constitucional, advirtió cual sería su proyecto de gobierno y así fue aceptado por una mayoría absoluta; si no actúa por medio de la violencia; solamente puede actuar por medio de la ética, de la justicia y con la causa noble como justificación, ante una ley realizada a modo de los saqueadores, en donde ni siquiera la corrupción era delito grave y en donde las instituciones fueron creadas para la dictadura presidencialista y la contención al crecimiento democrático, en una función de una dictadura disfrazada como presidencialismo con alternancia. Las transformaciones que ha tenido México a lo largo de su historia y que muchos las dividen en tres; todas fueron bajo un levantamiento armado. Por lo que sí se quiere un cambio Institucional, Legal y un nuevo modelo político y económico de fondo con nuevos políticos y nuevos gobernantes en cuanto a la forma, pero sin que implique molestar la posición comodina de un pueblo, al no cambiar como ciudadanos y además, no aplicar la vía violenta, entonces es importante desmantelar las Instituciones y el marco legal acomodadizo a la corrupción y al saqueo; mediante mecanismos reformistas desde las oficinas y entender que cada acción avalada por el Congreso formado de mayorías, no debe ser rígida ni tampoco bajo el somentimiento de otro poder, que no haya sido formado por la elección popular, tal y como parece ser la intención del Lópezobradorismo, para que le pueda alcanzar, para la transformación de la vida pública del país como se ha venido dando, toda vez que las transformaciones de fondo, no las realizan los gobernantes sino los gobernados, y las realizan mediante un libro y un cañón. Para los que no queremos o para los que no les conviene, el cambio a fondo mediante el recurso intelectual masivo y el movimiento armado de la justicia social; celebramos el actuar del Presidente de la República cuyo único elemento progresista, será elegir entre lo justo o lo legal, debido a la situación antes planteada; aunque dicha conducta únicamente provoque golpeteos mediáticos y golpes de Estado administrativos sin violencia descarada, y aunque tampoco se alcance la cuarta transformación del país pero sí su recuperación moral, política económica y por lo menos,la transformación de la vida pública, con los riesgos que deban asumirse y con un éxito muy limitado, al ser un plan de ejecución de un solo hombre sin que hasta el momento, puedan vislumbrarse sus continuadores, ni a un pueblo activista, que aunque no lo queremos violento, sí resultaría importante que tuviera un comportamiento activista y no limitado, solamente a votar. Más en www.somoselespectador.blogspot.com