jueves, 22 de febrero de 2018

ROSARIO DE ACUSACIONES













“No te preocupes Rosario”, fue la defensa de Peña Nieto  en anteriores acusaciones a la secretaría de dudosa honorabilidad, Rosario Robles, y que surge ahora nuevamente, que bajo la dirección de Rosario Robles Berlanga, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) realizó operaciones que “simularon diversos actos jurídicos y presuntas contrataciones con proveedores, con irregularidades por mil 747 millones 666 mil pesos”, tal y como lo ha sentenciado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la auditoría forense 1792-DE, en sus publicaciones en términos de ley. El órgano fiscalizador detectó presuntos esquemas de desvío de dinero operados a través de 19 convenios para la prestación de diversos servicios, que la Sedatu celebró con universidades y organismos estatales en 2015 y 2016. A menudo, los servicios no fueron realizados –o pésimamente–, la Sedatu pagó sobrecostos aberrantes –entre 23.5% y 70%– y la mayor parte del dinero se esfumó en redes de empresas fantasma.Peor aún: para financiar estos esquemas irregulares, la ASF presumió que la Sedatu desvió mil 517 millones de pesos de los subsidios asignados al Programa de Infraestructura, que sirve para realizar obras de carácter social, mejorar las viviendas de los hogares más pobres o construir casas para las poblaciones marginadas, según el documento mencionado. El nombramiento del cargo de  Robles por parte del Presidente Peña para formar parte de su equipo como secretaria de Estado  en cargos donde se administra dinero a nombre de los pobres; es acertado cuando  el objetivo es recopilar ganancias para las elecciones en favor de los candidatos del Partido oficial  o cuando se quiere  desviar recursos, ya que  ella es una experta en esto; ante la impunidad de los actos de  corrupción.