La empresa Televisa decidió romper toda relación con el
director de cine Gustavo Loza, luego de la denuncia que hiciera la actriz Karla
Souza de que al inicio de su carrera fue abusada sexualmente por un director,
del que no dio nombre.En un comunicado emitido el martes, la televisora indicó
que después de una investigación preliminar cancelaría cualquier proyecto que
contemple la participación de Loza, aunque aclaró que no ha sido empleado de la
empresa, pero que ha colaborado en proyectos. Karla Souza reveló a la
periodista Carmen Aristegui que un productor —cuyo nombre no quiso decir, pero
lo describió como alguien "carismático" y que "le va muy bien en
la carrera"— la tocó violentamente y terminó violándola.La actriz mexicana
filmó un proyecto con él durante un mes, en el cual, ella estuvo hospedada en
un hotel diferente al resto de sus compañeros. "Ingenuamente dije: '¡ay,
qué lindos! Me tocó el hotel bonito'". Pero el resto del equipo pronto se
dio cuenta que solo estaban ella y el director, de acuerdo con una entrevista
para CNN en Español. Con el fenómeno dado en Estados Unidos como otra estrategia para desprestigiar al gobierno de Donald Trump, se ha logrado que muchos se atrevan a denunciar el acoso situación que es excelente, pero por otro dado, el señalado queda sujeto a un juicio condenatorio e instantáneo, condenado a la guillotina de la doble moral, sin haberse comprobado su responsabilidad del acto que se le acusa y sentenciado de manera inquisitoria y mediática, en vez de ventilarse tan delicados asuntos, en el momento oportuno y ante las autoridades ministeriales que sean competentes. No dudamos de la palabra de una persona con tanta honorabilidad como lo es Karla, pero si ponemos en tela de juicio, el proceder inquisitorio, para aquel que tiene derecho a defenderse y cuya responsabilidad no ha sido comprobada, sin que esto implique, desalentar la denuncia de acoso o violación realizada por hombres o mujeres contra otros hombres o mujeres y tampoco arrinconarla como un problema de género.