La muerte del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio manchaba el prestigio que tanto había cuidado Carlos Salinas de Gortari para su gobierno y rompía su estrategia perversa de simular a un PRI renovador, con un candidato que ganaba credibilidad con discursos que parecían antineoliberales pero que simplemente eran para ganarse la confianza del elector en un plan que no han podido hacer operativo en estos días, el antiprogresismo. Una sombra sabía de los planes salinistas de fabricar un candidato que parecía opositor siendo cómplice, y aprovechó las circunstancias para fracturar el mapa mental de Salinas y matar a Colosio, a quien muchos ya no lo identificaban como un saqueador del INFONAVIT. En 1994 cuando el asesinato de Colosio, militantes del PRD se revelaban ante Salinas, por lo que a unos les había costado la vida dicho desafío de tomarse muy en serio la autonomía de un partido formado por expriístas y que en el fondo también estaba controlado y adaptado al sistema del disimulo electoral, por medio de Cárdenas y Muñoz Ledo, pero que ya para ese año, existía uno de los fundadores del partido del sol azteca que mostraba liderazgo pero con un proyecto de nación, que hasta causaba risas entre los dinosaurios de la política, por ser romántico y no salinista, más bien juarista. Nos referimos a Andrés Manuel López Obrador quien sobresalía en el PRD pero que las bases lo controlaban como un colaborador de un supuesto proyecto de recuperación democrática, en donde Cuauhtémoc Cárdenas a quien le había quitado Salinas la Presidencia mediante el fraude y luego la negociación con el propio defraudado, supuestamente ahora intentaría perfeccionar su intento para ahora sí, obtener la presidencia del país como lo hizo su padre Lázaro, a quien también admiraba López Obrador. Quizá Salinas ya pretendía reunir a López Obrador con Colosio y por ello dos días antes de que lo asesinaran, pudo haber sido quien planeó una cena, mediante la intervención de la anfitriona Clara Jusidman calificada como socialdemócrata, que reunió a Colosio con el llamado AMLO. Al respecto el actual Presidente de la República ha señalado: "Lo conocí (a Colosio) y nos vimos dos días antes de que lo asesinaran. El 21 de marzo (de 1994) cenamos en casa de una amiga en común", confesó. Al morir Colosio, el candidato del PRI fue Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas otra vez no fue Presidente. Sin embargo en ese 1994, en que asesinaron a Colosio, López Obrador fue nombrado candidato a la gubernatura de Tabasco y Zedillo como sucesor de Colosio a la candidatura Presidencial, en donde tuvo un acercamiento con López Obrador a quien le ofreció una candidatura común entre el PRI y el PRD para dominar Tabasco. Según relata López Obrador en su libro "Entre la historia y la esperanza", le respondió respetuosamente a Zedillo, que en realidad se encontraba convencido de la necesidad de la democracia para México ante tanto disimulo, y que luchaba por eso y que lo principal no era la gubernatura. López también apunta: "Le dije que lo único que pedía era juego limpio: elecciones libres y justas”. Andrés Manuel López Obrador siempre defendió como teoría; que Salinas de Gortari no perdió poder al terminar su período presidencial, ni tampoco creyó en la persecución salinista por su sucesor presidencial, ni la ruptura de Zedillo con el PRI al reconocer la victoria de Vicente Fox como primer Presidente no priísta, ya que para López, el PRI y el PAN eran lo mismo pero bajo un disfraz. Nunca tuvo una cercanía López Obrador con Salinas, aunque muchos hasta ahora, se afanan en encontrar alguna fotografía en donde estuvieran juntos y ante su desesperación han tenido que acudir al fotomontaje. Y es que quien no tenía una entrevista con Salinas de Gortari antes, durante y después de su presidencia, simplemente no tenía ni podría tener vela en el entierro de la democracia. También desesperados en encontrar un acto de corrupción de López Obrador, quienes buscan desprestigiarlo, señalan y señalan que Andrés Manuel se salió del PRI para estacionarse en el PRD y luego en MORENA como chapulin oportunista, cuando al único partido en que se ha inscrito es el PRI, que en realidad era el único verdaderamente constitutivo en México, ya que al PRD y a MORENA, no llegó López Obrador, sino más bien, fue López Obrador de los fundadores de dichos partidos. El financiamiento para el nacimiento del PRD, la muerte de Colosio, el acercamiento de Zedillo a López Obrador por voluntad propia o quizá bajo encargo de Salinas; son especulaciones que se mecen entre un presidente priísta supuestamente enojado por la campaña de su candidato al pie del Monumento a la revolución y un grupo que quiso desprestigiar a Salinas a quien se le apuntó como principal sospechoso del asesinato del candidato, sin tocar en el campo de las probabilidades al propio Zedillo. En un mar de especulaciones en las que no se salva este relato, lo único que se sabe, es que no hay claridad en el autor intelectual de la muerte de Colosio, que el PRI y el PAN si son lo mismo como lo decía López y como oficialmente ha sido reconocido, y que la mafia del poder también está formada y que se conjunta en un antilópezobradorismo como prueba de que la mafia del poder no era una creencia irracional producto de un delirio de persecución de quien hoy es el Presidente de México. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
