Sin mostrar solidaridad alguna para sus socios y vecinos
fronterizos que son México y Canadá, - y mucho menos para Cuba, Alaska,
Groelandia, Guatemala o Bélice o la
región latinoamericana-, el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sentenció que hasta que no se vacunen
todos sus ciudadanos será que las
vacunas anticovid sobrantes, las pondrá a disposición de la ONU para que sea
repartidas por todo el mundo. Por su parte, AstraZeneca dice que las vacunas
producidas en Estados Unidos son “propiedad” de ese gobierno y que para
enviarlas al extranjero se necesita autorización de la Casa Blanca. En una
acción doblemoralista, Estados Unidos ha
señalado que contribuirá hasta con 4 mil millones de dólares para COVAX, el
esfuerzo global para financiar las vacunas en países de bajos ingresos, pero no
planea enviar ninguna de sus propias vacunas al exterior hasta que se satisfaga
la propia demanda de la nación. Mientras tanto, México quien fue el primer país
latinoamericano en contar con la dosis anticovid, en voz de su Presidente,
Andrés Manuel López Obrador quien ha sido uno de los mandatarios más críticos
en señalar a nivel mundial, que no se deben acaparar las vacunas para los
países que no tienen acceso a las mismas, también agradeció a los gobiernos de
Rusia, China e India por su apoyo para el envío de vacunas contra COVID-19 a
México. “Acudimos a ellos y respondieron de manera fraternal, entendiendo que
es importante la fraternidad universal”, dijo el mandatario durante la
inauguración de instalaciones de la Guardia Nacional en Baja California. Pesé a
los atrasos clínicos y médicos debido a
un sistema de investigación y de atención médica en ruinas que sufre México, por anteriores gobiernos
saqueadores del país, su gobierno no se ha resistido a que se actúe proporcionalmente
para que las vacunas lleguen a otros países tal y como han llegado a México y
se ha anunciado, que el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la
UNAM, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Universidad
Autónoma de Querétaro (UAQ), entre otras universidades mexicanas con recursos
limitados están desarrollando la vacuna mexicana contra el COVID-19. Además de
los múltiples acuerdos con farmacéuticas internacionales, México trabaja en sus
propios proyectos de vacuna anticovid, que desarrollan varias universidades y
según sugerencia de las autoridades podría llamarse "Patria"
como muestra de que el neoliberalismo ha arruinado a la economía y parte de la moral azteca pero no
la ha derrotado, al grado de que también puede aportar a la humanidad. Más en www.somoselespectador.blogspot.com