Barreras metálicas aguardan en las puertas de Palacio Nacional, la llegada de actos pandilleriles, disfrazados de protestas feministas. "Un buen gobierno no necesita de publicidad", es la frase con la que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha justificado no tirar el presupuesto del país en mensajes publicitarios exagerados, innecesarios y para el gusto de las arcas financieras de los medios informativos que estaban acostumbrados a que se les consintiera con grandes sumas en ganancias por los spot de gobierno pagados. En cambio quienes han perdido privilegios basados en el abuso y la corrupción no pierden la oportunidad para desviar mensajes y hechos que puedan alterar la percepción pública nacional e internacional y arrebatar la confianza que el pueblo de México le ha otorgado a su mandatario con un setenta por ciento de aceptación entre la población total. Los medios de comunicación de los que se adueñaron los acaparadores que se autoetiquetan como empresarios y grupos de reposición que se disfrazan de partidistas políticos,asociaciones civiles que se dicen ser de oposición, ahora son los que alientan para que se realicen actos vandálicos en el país y principalmente afuera de Palacio Nacional con el pretexto de protestar en favor de los derechos de las mujeres en el día internacional de la mujer, diciendo que el patrimonio histórico de la CDMX se repone y no debería importar tanto como la protesta violenta de una mujer que ha sido agredida, con lo que se alienta a la violencia simulando la defensa de una causa justa, para culpar de todos los males que sean posibles, al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a su proyecto de la recuperación saludable de la vida pública del país, ya que no han podido reunir ni a la más modesta multitud para formar manifestaciones que por si solas, tengan algo que reprocharle al gobierno y al proyecto de nación lópezobradorista, razón por la cual, los antiprogresistas se disfrazan de ecologistas, de víctimas de desaparecidos, de protectores de animales, de policías despedidos, de madres solteras y médicos con alto grado de inconformidad, de defensores del cubrebocas, de familiares de presos políticos, y no podían dejar de aparentar en esta ocasión, de ser feministas y acompañarse de grupos de choque que determinan hacer destrozos en la CDMX y principalmente en Palacio Nacional, ignorando otros Estados y Gobiernos en donde existe un mayor índice de indiferencia a la mujer y de feminicidios, y sin aventar ni un pastelazo capitulinesco, a edificios que de verdad son repudiados por el verdadero pueblo, al servir de sedes de medios de comunicación insanos o empresas monópolicas, o partidos politicos de simulación e instituciones bancarias que han endeudado al país y acabado con su economía , democracia y soberanía; sin que esto quiera decir, que dañar inmuebles, muebles o personas, no sea un acto deplorable,vergonzoso y rechazable por más razón o argumentos que se puedan tener para su ataque. Ni un golpe, ni un insulto es apropiado ni tampoco necesario para quien tiene la razón. Las barreras protectoras que se han colocado en Palacio Nacional y que medios de comunicación han criticado de una intolerancia que no demostraban ni siquiera los expresidentes como Peña Nieto, Calderón o Salinas quienes llegaron por medio del fraude electoral o Fox quien fue un traidor de la democracia, y que no demostraban, porque en principio no vivían ni laboraban en Palacio Nacional sino en la residencia Oficial de Los Pinos, en donde estaban protegidos por el llamado Estado Mayor presidencial y por quienes impedían acercarse en cualquier momento a cierto perímetro de dicha residencia de la intocabilidad. Las barreras metálicas que se han colocado en las puertas de Palacio Nacional y que también facilitarán que los policías - que en la mayoría son mujeres por la naturaleza de la marcha que se trata-, sean lo menos posible lastimados; no significan murallas repelentes de guerra ni un abuso policíaco lópezportillano, ni la elaboración de un plan para matar estudiantes como ocurrió con los expresidentes Díaz Ordaz y Luis Echeverria; simplemente significa una estrategia de control de acciones vandálicas que puedan dañar el patrimonio nacional, el patrimonio de la Ciudad de México y que puedan poner en riesgo la integridad física de las personas, incluyendo a los manifestantes y a los pandilleros, y no es producto de la cobardía de un Presidente que tiene altos índices de aceptación, que ha dado buenos resultados en su gobierno con todo y una pandemia mortal y que viaja en avión comercial y nunca acompañado del estado mayor presidencial ni vive en la residencia amurallada de Los Pinos, porque ambas cosas. el mismo se ha encargado de desaparecerlas. Así que las imágenes que quieren venderse de terroríficas con vallas hitlerianas, no son más que otro intento de apanicar por parte de quienes están apanicados con la frase de "Primero los Pobres" que se ha puesto en práctica.Más en www.somoselespectador.blogspot.com