Un número reducido de actores encabezados por Daniel Giménez Cacho, acudieron como no lo hacen ante los atropellos de las grandes televisoras y de gobiernos pasados; a reclamar la grandiosa reducción al presupuesto para la Cultura del cuatro por ciento, que se propuso para este primer año de gobierno. La reducción fue mínima si consideramos las medidas de austeridad para los altos funcionarios de Cultura, que tenían despilfarros considerables y sueldos desproporcionales. Sin embargo fue Giménez Cacho quien señaló que a López Obrador no le importa la cultura, que es un señor que no acude al teatro ni al cine. Daniel Giménez quien se dice un actor de proyectos de alzada y que en realidad su carrera actoral es gracias a empresas del más bajo nivel comercial como televisa, no espero ni los treinta días de este sexenio para abanderar la defensa de una "injusticia", ante un gobierno que apenas está comenzando, en donde la secretaria de Cultura -que tiene mayor prestigio que Giménez Cacho-, que es Alejandra Frausto, ha señalado que el presupuesto es suficiente para realizar acciones importantes. ¿Dónde estaban los actores "defensores de la República", cuando administraba la cultura, la nefasta María Cristina García Cepeda?. El gobierno lopezobradorista todavía no empieza y ya tiene retractores con hilos ocultos.