Fue Javier Lozano Alarcón quien provocó el incendio para el derrumbe de la política mexicana en
los momentos que la vida le daba la
oportunidad de ser elegante ante su nociva trayectoria política que ha tenido
para el país. Lozano acusó al presidente
de México, Andrés Manuel López Obrador, -horas después del accidente aéreo, en
que la gobernadora de Puebla, Martha
Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, su esposo y senador de la República,
perdieran la vida-, de que el mandatario federal era el culpable de provocar la división y polarización del Estado, ya que
fue el primero que no mandó un
representante a Puebla a la toma de posesión de la gobernadora de Puebla. Con declaraciones
incendiarias, divisorias y polarizadas; el ambicioso Javier Lozano, dijo que
el presidente de México está dividiendo a los mexicanos en lugar de
lograr la unidad y la conciliación nacional. También exigió una "investigación objetiva" sobre
las causas del siniestro y puntualizó que éste ocurrió en medio de una
"irresponsable polarización política" y concluyó de manera temerosa diciendo:
"no me vengan que nos vamos a quedar con la duda de qué chingados
pasó", con lo que no pudo desaprovechar la oportunidad de querer obtener una
ganancia política en medio de la tragedia