Un doce de diciembre se aprueba por el pripan, El Fondo Bancario de Protección al
Ahorro, llamado Fobaproa que fue un fondo de contingencia creado por el gobierno mexicano en conjunto con la
totalidad de los partidos políticos dominantes en aquel entonces, a fin de
enfrentar posibles problemas financieros extraordinarios, en donde la quiebra
de particulares se volvió deuda pública. Protegida por granaderos y bajo el
amago de violencia de deudores de la banca organizados en “El Barzón”, la
Cámara de Diputados aprobó la Ley de Protección al Ahorro Bancario, con 325
votos a favor (de priístas, panistas y la independiente Carolina O'Farril); 159
en contra (de PRD, PT, Ecologista, 11 panistas, 7 priístas y 5 independientes),
y una abstención (PAN). La nueva ley autoriza que sean los contribuyentes
quienes paguen el costo del quebranto financiero estimado en cerca de 600 mil
millones de pesos. Un nuevo organismo, el Instituto de Protección al Ahorro
Bancario IPAB, respaldará los compromisos que asumió el FOBAPROA, con recursos
del erario que el Congreso le concederá anualmente. Según los funcionarios
hacendarios, de los 552 mil millones de pesos del anterior FOBAPROA, más de 400
mil millones se convertirán directamente en deuda pública y 150 mil serán
sujetos a un proceso de revisión. Un 12 de diciembre de 1998 , mientras miles de mexicanos avalados por la iglesia y el gobierno
fortalecían el mito del Tepeyac, se legalizaba así, el rescate al sistema bancario que efectuó el
presidente Zedillo, quien conforme a la fracción VIII del artículo 73 de la
Constitución y al artículo noveno de la Ley General de Deuda Pública, logró la
autorización pripanista para contraer la deuda pública más grande en la historia
de nuestro país y que Viceente Fox dio su palabra de honor de investigar,
haciendo todo lo contrario. Ahora el rezo es para que la corrupción sea
desaparecida, y el nuevo presidente de izquierda cuyo partido base se
llama MORENA, dice estar obcecado en ello,
aunque tenga que enfrentarse a la esfera judicial, empresarial y hasta
legislativa. “El proceso de compra venta de Banamex fue manipulado por
Ernesto Zedillo, quien al lado del actual presidente de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Angel Gurría Ordóñez, es
responsable principal de la enorme deuda pública del Fondo Bancario de
Protección al Ahorro (Fobaproa), cuyo valor será pagado por todos los mexicanos”,
aseguran los analistas a toro pasado. Durante mucho tiempo, el debate parlamentario sobre
el FOBAPROA estuvo suspendido por iniciativa de los partidos de oposición, que
demandaban esclarecer previamente sus operaciones. Finalmente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública y el Poder
Legislativo firmaron un acuerdo pero de disimulo, para reformar el sistema financiero. Así se
convino “crear mecanismos de supervisión más eficientes sobre la actividad
crediticia, estudiar la legalidad de las operaciones del FOBAPROA, establecer
un marco jurídico para evitar nuevas crisis financieras, castigar a quienes se
hayan beneficiado o hayan permitido alguna ilegalidad en las operaciones del
salvamento bancario, abatir costos del quebranto financiero, apoyar a pequeños
y medianos deudores y buscar la mayor equidad en la distribución de los costos
del rescate”. Legaron otros del PRI, otros del PAN, el PRD dejó de ser un partido de oposición para formar el perrepripan y el objetivo de investigación no ha crecido. El 12 de diciembre de 1998 los legisladores del PRI y del
PAN aprobaron con 326 votos las reformas a las leyes del Banco de México, de
Instituciones de Crédito, del Mercado de Valores y para regular las
Agrupaciones Financieras (Fobaproa), además de la creación del Instituto para
la Protección al Ahorro Bancario (IPAB)