El regreso de Kate del Castillo a México, después de
abandonar el país por haberse involucrado con el narcotraficante Joaquín Guzmán
Loera “El Chapo” quien ahora está siendo juzgado en los Estados Unidos; fue
organizado en el exclusivo CLUB 51 de
Paseo de la Reforma, por lo que la publirrelacionista de la conferencia a medios,
Danna Vázquez, pidió a reporteros no fueran en las fachas acostumbradas y a los
camarógrafos, que no fueran de mezclilla y de ser posible previo baño. Además de que
la descuidada representante, seleccionó su registro de asistentes y cuales serían los medios que tendrían acceso a una conferencia,
que rebasaba la nota de espectáculos para tratarse de una información de orden
público, toda vez que la actriz señalaría haber
sido perseguida por el propio Estado. De igual forma en como Kate se equivocó en usar sus redes
sociales para halagar a un narcotraficante; ahora cometió otro error en querer mandar un
mensaje de esta naturaleza en un lugar
inapropiado y organizado por personas inapropiadas, que han sobresalido en el
manejo de personalidades de la farándula pero que son ignorantes y torpes de distinguir entre el lanzamiento de un
disco, un tequila o la fabricación de un escándalo, y
lo que implica una conferencia de prensa
que debe ser pública y para todos los medios, cuando se trata de sanear
un mal entendido social y en denunciar
a exfuncionarios de alto nivel del sexenio pasado; ya que si los hechos
son tal y como los cuenta Kate Del Castillo, entonces no solamente requieren
una demanda civil, sino la intervención oficiosa de los funcionarios del actual
gobierno, para investigar las actuaciones de la exprocuradora de Justicia Arely
Gómez y de Enrique Peña. Sin embargo quien maneja la prensa y las relaciones públicas de Kate, ni si
quiera deben saber de la existencia de los Tratados internacionales comprometidos por
México para libertad de prensa, que
tienen rango constitucional; ni de los artículos 6 y 7 constitucionales, -y
sobre todo de éste último-, que contempla a los medios no convencionales que
tanto odia la borrica representante. “La investigación por parte de la PGR en lugar de haberse resuelto, se mantuvo
abierta injustificadamente causándome un daño a mis derechos humanos al
violentarse mi presunción de inocencia y mi libertad de expresión; Fui víctima de una persecución política.
¿Cómo se explica que fui la única perseguida?, ¿el Estado me persiguió y atacó
por mi condición de mujer y ser figura pública?, ¿por ser una critica del
gobierno?, ¿por el mensaje que mandé vía twitter en enero 2012?, ¿por haber
cuestionado la procedencia del dinero para la compra de la Casa Blanca?; cuestionó y afirmó la actriz quien se autocalificó como
víctima de persecución penal injustificada e ilegal por parte del Estado mexicano.