El ego de Ricardo La Volpe no mengua ni con el paso del tiempo. ¿Te sorprendió haber vuelto al timón del América 20 años después? “¡¿Pero me lo estás preguntando en serio?! ¡¿Qué decís?! Yo después de irme en el 96 saqué subcampeón a Atlas, al Toluca hablando por un telefonito, fui al Mundial con el Tri… ¿Y me preguntas si me sorprende estar acá? Decime alguno con mejor currículum que yo en México, ¿quién había mejor que yo? Si me decís que venía Bielsa, te lo acepto. Martino, también”.
A sus 64 años, el entrenador argentino habló en exclusiva con Grupo REFORMA sobre su regreso al banquillo del América como sólo él puede hacerlo, contestando la primera pregunta con otra que da dimensión al peculiar carácter que ha acompañado al Bigotón durante cuatro décadas como técnico.
Ricardo La Volpe es así, poco le importa lo que se diga a su alrededor.
Y se le cuestiona que dirigir en México no es fácil para un entrenador que no conoce el mercado, como es Gerardo Martino.
“Claro, claro, si de acá hasta se tuvo que ir Ramón Díaz. Les conviene en lo económico, pero no es fácil, no es para cualquiera”.
Aunque reconoce que pudo haber sido Javier Aguirre, quien podría competirle por el puesto sin ningún problema.
“Sí, sí, hasta ahí te lo acepto. ¿Pero acá quién? Ya tengo más de 60 años y conozco mi trabajo. Es normal que a esta altura del torneo haya variantes, tal vez pocos esperaban que se fuera Ambriz pero el futbol es así y hay que estar preparado”.
Y se molesta un poco cuando se le pregunta si imaginaba a su edad dirigir a un club como América.
“¿Me estás cargando? ¿Por qué no? Ya demostré mucho, en el futbol no hay secretos. Me llamaron del América, se juntaron con uno, con otro, conmigo… Y me eligieron, y acá estoy. Es un gran reto, un gran desafío. No es sencillo porque se trata sólo de siete partidos y todos quieren clasificar a Liguilla. Y estás con un equipo que no armaste, que no trabajaste, pero para eso estoy ahora, es lo que me toca y, como les dije a los dirigentes, el compromiso es muy grande”.
Y no se presiona por dirigir a las Águilas en el torneo en que celebra su centenario.
“Pero eso da igual, acá en América siempre hay presión, siempre se quiere ganar. Escúchame, somos grandes, ya nos conocemos todos. Fui campeón acá, en el 2006 me llamaron para dirigir a Boca, nada menos; me llamó el que ahora es presidente del país, Macri. Tengo una trayectoria y un conocimiento, acá no hay nada que demostrar sino levantar al América.
“Estuve a punto de irme al Everton de Chile, estaba con un pie en el avión pero surgió una diferencia económica y decidí quedarme”, añadió.MAS EN www.somoselespectador.blogspot.com