El Día Internacional de la mujer es otra fecha de control calendarizada con la cual o se festeja a la mujer cual día de los novios o Día de los Reyes Magos, o se conmemora con la solidaridad a problemas sociales que no son exclusivos de la mujer con la trampa de ignorar o pasar por desapercibidos o inadvertidos aquellos que sí emanan del atropellamiento de género, ocasionado por hombres y por mujeres. La violencia generalizada, el abuso de condiciones generales del trabajo, la incomprensión colectiva y otras problemáticas, no son problemáticas exclusivas de las mujeres pero se hacen notar tales desigualdades e injusticias sociales para no debatir los problemas de fondo que sí son situaciones que oprimen y lastiman al género femenino como ocurre con otras situaciones diferentes que ofenden al género masculino. La necesidad de la determinación final sobre el aborto o números de embarazos basada en una acción u omisión definitiva exclusiva del sexo femenino, la ruptura de estereotipos y acciones doblemoralistas, el reconocimiento del supuesto libertinaje femenino como una opción por algunos no recomendada pero de extremo respeto mientras no se dañe a terceros y se realice con responsabilidad de causa, la equidad anticonceptiva en la tecnología farmacéutica, la planeación de un programa de habilidades que durante tiempo eran exclusivas de hombres y que debe inculcarse en las mujeres para su regularización de la vida práctica, las responsabilidades compartidas y alternadas sobre los hijos, entre otras situaciones individuales y sociales, son asuntos de urgencia a tratar y que se han postergado por perjuicios, por conveniencias politicoeconómicas, consumistas y de poder y por la acción conductista, que van más allá del regalo de una rosa, de una manifestación ruidosa o de una actitud torpe o agresiva