martes, 22 de marzo de 2022

ESTE ESPACIO INFORMATIVO TENIA RAZON SOBRE LA MANIPULACION DE GUSTAVO ADOLFO INFANTE

 





















Los periodistas de los medios convencionales  que presumen de premios, credenciales de asociaciones y licenciaturas mal logradas o con titulaciones tardías, resultan peores que los improvisados que también aparecen en los medios alternativos. El  hedor que se ha desatado en los programas de lectores de notas del corazón y opinadores que se dicen comentaristas, podrían limitar la libertad de expresión periodística  al dejar antecedentes en resoluciones judiciales, derivadas de sus conductas nefastas como comunicadores que se traduzcan en criterios de resoluciones jurisprudenciales que puedan sustentarse en  tesis o en jurispridencias, como resulta la suspensión definitiva en el amparo concedido a la actriz Gabriela Spanic que la protege sobre un mal fallo judicial pero que impide que  el elaborador de notas indiscretas, Gustavo Adolfo Infante pueda atacarla con comentarios sobre su persona, y que siendo un miserable comunicador de televisión, resulta de los mejores que aparecen en pantalla para que nos demos una idea del panorama informativo que viven los medios electrónicos, que van desde el golpeteo mediático al progresismo presidencialista hasta la difamación y la violación a la Constitución política mediante un micrófono. Somoselespectador en uno de sus espacios informativos, señalaba el 2 de febrero de este año, que la supuesta información brindada por Gustavo Adolfo Infante al señalar que había obtenido una victoria judicial sobre Gaby Spanic por resolución de una sala Civil, misma que quería manipular como ejecutable, realmente no era definitiva al existir otros recursos para modificarla, y que el anuncio podía tratarse de un  engaño en la información, independientemente de las violaciones éticas derivadas del conflicto de interés. Y finalmente así ocurrió, al informar Spanic que ha obtenido la protección federal definitiva en un Amparo sobre la resolución de segunda instancia. Sin embargo se sigue sin informar de una manera veraz sobre la verdadera situación de este litigio, pero el fondo del asunto, es realmente el deteriorado ejercicio periodístico de quienes viven de este quehacer, de las cadenas informativas que emplean a su conveniencia a informadores que por impreparados también pueden ser manipulados y utilizados a conveniencia, así como  el grave perjuicio que tales situaciones pueden traer a quien tiene derecho a ser informado y al  periodismo mismo,  que es el parámetro de la democracia y la preparación de un país. El bajo nivel de muchos informadores, es lo que irremediablemente les hace parecerse mucho a Gustavo Adolfo Infante o a pregonar su frase “Todos somos Loret”, misma que los identifica y los describe de los pies a cabeza.