Mientras corren rumores de todo tipo, que parten desde la recuperación de 4 heridos hasta registro de saldos mortales por los actos de violencia que se presentaron en el Estadio Corregidora de Querétaro en el partido Gallos contra Atlas, por su parte las autoridades queretanas llevan un retraso por lo menos de veinte minutos en la urgente rueda de prensa a la que han citado. En su llegada al Estadio Jalisco en el transporte grupal en que viajó a Querétaro, un joven aficionado que estuvo presente en el estadio queretano, y que forma parte de la barra de gallos, aseguró haber sido testigo de victimas mortales del hecho, en donde atlistas con picahielos remataban los cadáveres y afirmó que uno de sus amigos de la barra 51, falleció y que por respeto no dice su nombre. Situación que resulta desproporcionada con el informe preliminar que brindó el gobierno de Querétaro, al igual que el gobernador Kuri le brindó a Alfaro, Gobernador de Jalisco. Resulta inconcebible la actitud del gobernador conservadurista, que ante esta fuerte declaración de un aficionado, no salga a afirmar o a desmentir el dicho y todavía permita más especulaciones ante su retrasada salida en su cita con medios.