Más que para informarse, porque para ello existen otros medios de mayor seriedad, uno sintoniza los programas de Joaquín López Dóriga para divertirse de sus actitudes y disfrutar la oportunidad que pocas veces se presenta, de gozar como un corrupto está moralmente derrotado y verlo hundirse. López Dóriga que estaba acostumbrado a enlazarse telefónicamente con los funcionarios corruptos de preseidencia en anteriores sexenios para regañarlos estrictamente en su papel de ser el cuarto poder en vez de un servidor informativo, ahora no le queda otro remedio, que entrevistar a sus colegas igual de derrotados o a funcionarios de otros países, como es el caso de Oksana Dramaretska, Embajadora de Ucrania en México, a quien con preguntas insidiosas, trató de que la ucrana se pronunciara en contra del Presidente López Obrador o de su gobierno, a lo que la representante de su país en México,únicamente señaló que entiende la posición política que México ha adoptado como una tradición internacionalista de no intervención, aunque también expresó su deseo de que la cambiara, es decir que México se convirtiera en un intervencionista, como aquellos que tanto daño le han hecho y le hacen al mundo.La diplomática aseguró que tiene esperanza de que el
gobierno cambie de parecer en su postura
no intervencionista. Hay que señalar que nuestro país no se ha sumado sanciones
económicas en contra de otros países
como lo sugieren las estrategias invasoras, los criterios internacionales intolerantes o la
guerra económica, sin que ello implique darle la razón a un país en su política
o en un conflicto, sino simplemente la no intervención en asuntos que no son
propios o que tampoco han resultado un método eficiente para la paz sino solamente
para exterminar a uno de los bandos.