El cinismo de mandatarios corruptos como el exterminador Silvano Aureoles, o mandatarios federales en la historia del país como Ordaz, Portillo, Salinas, Fox, Calderón, de dar el grito de la independencia y sostener el lábaro patrio con manos manchadas, se repetirá esta noche, cuando por sexta vez consecutiva, aparezca en el balcón presidencial, Enrique Peña Nieto. Mientras tanto, México en su economía, productividad, moralidad y seguridad; lo tienen hecho pedazos y con una soberanía atropellada. El Presidente electo, Andrés
Manuel lópez Obrador, el primer luchador social que llega a la presidencia
mexicana, durante su segundo diálogo por
la paz, la verdad y la justicia, aseguró que combatirá la impunidad y la violencia
dentro de la humanamente posible y que el primer día como presidente en
funciones, será la envestidura
presidencial quien pida perdón a la nación mexicana. Reiteró ante la molestia
de los asistentes, que se mantendrá en la posición de “Perdón sí, Olvido no”,
en una asamblea que también le hizo reclamos, cuando el oyente aún no es
presidente de México, y por lo tanto, todavia no gobierna. Ante las demandas
concretas de los colectivos de víctimas, el futuro mandatario indicó que su
administración combatirá la violencia desde “sus causas”, entre ellas, mediante
el otorgamiento de becas y trabajos a los jóvenes para que “no caigan en esa
empresa fácil de la delincuencia”.También aseguró que su política de austeridad
–mediante la reducción de los salarios en la alta burocracia– y la venta de la
flotilla de aviones y helicópteros presidenciales— permitirá contar con los
recursos “para que se atiendan a las víctimas de la violencia (…) y las
demandas de justicia”. Los mismos que han originado este desastre que vive el
país, apuestan pronto acabe la ilusión y altas expectativas que s etiene por el
nuevo gobierno lopezobradorista para volver a recuperar sus terrenos en que han
secuestrado a México.