Lo inexacto de las redes sociales y la fácil difamación y
confusión de las mismas, - que pueden engañar a cualquiera que tenga frágil criterio-; actuaron en contra de Fernanda Moreno, la joven cuya
imagen aparece en el chat del senador del PAN, Ismael García Cabeza de Vaca, -impuesto
por su hermano el gobernador de Tamaulipas-, quien por medio de su comunicación
celular, la señaló de prostituta, al ser
captado por fotógrafos durante la comparecencia del titular de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, José Antonio González Anaya, chateando con otras
personas, a quienes le comparte la fotografía de
fernanda y le piden: "Pásame el cel del padrote, me la quiero zampar", a lo que el legislador respondió: "Ya somos dos". Fernanda
Moreno a través de un video aclaró: “No soy escort; no sé cómo llegaron mis
fotos”, y dijo desconocer cómo es que sus imágenes habían llegado al celular de
Cabeza de Vaca. La señorita Moreno señaló que tras ser difundida la información
pensó que era una noticia falsa, pero en cuando algunos conocidos y amigos
empezaron a etiquetarla descubrió que no era broma y llamó a tener cuidado con
los datos que publican en redes sociales.“Si una chava guapa los cita, les pide
dinero… revisen que sea real”, puntualizó en su video, el cual subió a su
cuenta y posteriormente lo eliminó. En el grupo, llamado "Three
amigos", por donde circulaba la foto
de la joven de 20 años, se observan otros dos contactos,
"Gero" y "Manito". El fondo de pantalla dice Cabeza de
Vaca, Tamaulipas. En un tercer mensaje, el Senador contestó un mensaje con dos
emoticones: un marrano y una boca, que el mismo tradujo como: "Marrano
trompudo”. Fernanda dio a conocer que es estudiante del tercer semestre de la
carrera de mercadotecnia y, además, es modelo. "Soy estudiante que usa
redes sociales como cualquier otra chava normal de mi edad", y cuenta con más de 134 mil seguidores en
Instagram, mientras que en Facebook la siguen 37 mil personas. Productores no
tontos, ya deben estar en busca de la atractiva joven quien deberá seleccionar
entre aceptar un proyecto amarillista u
otro que pueda tener una causa social y
aprovechar su evidente talento.