Las redes sociales y los dispositivos móviles se han convertido en una herramienta para comunicarnos y estar al tanto de la vida de nuestros amigos o enterarnos al momento de lo que sucede en el mundo. Se dice que en el 2012, Facebook ya rebasó en billón de usuarios, mientras que Twitter, por lo menos en nuestro país alcanzó 10.7 millones de suscriptores, ¡wow!
Un panorama que se ha vuelto muy común en nuestra ciudad es ver a la gente caminando y texteando por su celular, o que te enteres de alguna junta de tu trabajo a través del Twitter o ver las fotos de la boda de tu mejor amiga por el Facebook, es más, hasta hay competencias por ver quién tiene más amigos en el Face, pero ¿hace cuánto tiempo que no te tomas un café con esa “mejor amiga” que se casó?, ¿quién de esos dos mil 500 amigos que tienes en el Face, es en realidad tu amigo?
En la actualidad socializar es sinónimo de estar conectado en las redes sociales, por lo que se ha vuelto muy común ver en los cafés o restaurantes, que las personas se reúnen sólo para ponerse a textear a través de su teléfono, sin interactuar entre ellos.
Es más, a quién de ustedes no le ha pasado que envían un mensaje de texto a su pareja o amiga y éste es mal interpretado, cuando ves a la persona te reclama: “oye, porqué me escribiste eso, en ese tono, ¿estabas enojada?”, ¡¿cuál tono, si ni siquiera hablaste?!
O bien, quieres hacer una cita con una amiga para echar chal y ella te contesta, “para qué nos vemos, si siempre platicamos por el Face”.
No es que la tecnología sea nuestra enemiga, es el modo en que la usamos, tal vez sea el ritmo de vida tan vertiginoso que llevamos, el cual nos impide tener un contacto más cercano con la gente, pero es bueno que de vez en cuando nos demos un tiempo para cambiar de aires y nos “desconectemos” un rato, ¿no creen?