El youtuber Fortfast realizó un experimento en la feria de Granada: grabó las reacciones de un grupo de personas usando unas gafas de realidad aumentada... mientras reproducían un vídeo porno. Para hacer la experiencia más real si cabe, la protagonista de la cinta, la actriz AMARA MILLER lo acompañaba para estudiar en directo la respuesta de la gente.Lo que de primeras nos parece una excentricidad, en 2030 será el pan nuestro de cada día. El sexo 3D online pugna por sustituir a la pornografía tradicional. Al menos esto es lo que opina el futurólogo e inventor PEARSON. Según él, en treinta años alcanzaremos la inmortalidad online (subiendo nuestros pensamientos y recuerdos más preciados a la Nube), podremos conversar con nuestras mascotas... y mantener relaciones sexuales con robots sin que sea un tabú.Para los expertos en este campo, lo más acertado parece ser olvidarse de todo lo que se sabía hasta ahora de sexo o de juguetes eróticos, puesto que en un par de décadas todo va a cambiar. Hablar de muñecas hinchables o vibradores está anticuado: los robots con inteligencia artificial de los cuales nos podamos enamorar es lo que se va a llevar. Se acabó tener que dar explicaciones a tu pareja sobre tus gustos: los robots serán capaces de adaptarse a tus necesidades, saber cómo procurarte placer y responder a distintos estímulos.Pearson no es el único que se ha subido al carro de lo que denomina homo optimus -un estadio avanzado en la evolución humana en el que el hombre es mejorado a través de la tecnología-, sino que sus teorías son también defendidas por David Levy, otro experto y autor del libro amor y sexo con robots la evolución En él asegura que el matrimonio con estas máquinas no será nada de otro mundo. Por su parte, el primero argumenta que "si bien algunas personas comprarán los robots específicamente para el sexo, la mayoría va a comprarlos para su uso en las tareas del hogar". Aunque, como a la hora de comprar un coche, escogeremos los robots más atractivos y con mejores prestaciones. Nada de antiestéticas roombas.El debate sobre si es ético o no está sobre la mesa. ¿Podemos desarrollar seres con inteligencia solo para saciar fantasías sexuales? Ya existen movimientos que piden prohibir la producción de robots con este fin, bajo la premisa de que objetiviza a mujeres y niños, y a las víctimas de abusos sexuales. Otros defienden que pueden ser la solución para evitar impulsos pedófilos o abusivos. Lo cierto es que al homo optimus ya no le hará falta molestarse en conocer a otras personas: Tinder, Grindr y otras aplicaciones de ligoteo tienen los días contados.