ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Las protestas que han surgido en Cuba, demuestra la capacidad de movilización y de conciencia del pueblo de aquel país, que expulsa un grito ante la situación angustiante que vive todo el mundo ante una pandemia mortal que ha traído derrumbes económicos, golpismos políticos y desesperación por falta de vacunas y falta de solidaridad de parte de quien sí las tiene. Cuba un país con una economía casera debido a los infames bloqueos en donde su mayor captación de ingresos exteriores es por medio del turismo y alianzas científicas, se ha visto doblemente congelado por la falta de actividad económica internacional. Al igual que en otros países, para Cuba la interpandemia debe traer cambios en un mundo que ya no es ni será el mismo que era antes del COVID19. Sin embargo la demanda del cubano que vive en su país es diferente a la de aquel que vive en Miami o que han llegado a instalarse a otros países en actitud de refugiados y que lo que en verdad buscaban era negocio, automóvil y chófer y no una fuga a una persecución asesina, y que ahora desean que su país de origen al que convenencieramente abandonaron, aunque este calificativo sea en el mejor sentido de la palabra, se convierta en un sistema de gobierno parecido o igual a donde ahora viven, para regresar al hogar como el hijo que retorna a casa hasta que los padres ya no necesiten cuidados y se hayan curado, pero que por lo pronto se desgarran las vestiduras por la libertad de Cuba, mientras presumen de su light life que les brinda Florida, en una publicitaria idea de que es el paraíso del mundo. Y seguramente será que después de visitar su país de origen sí se derrumba su régimen socialista, entonces quizá compren unas casas, aprovechando la ganga, y hacerse de cierta servidumbre que después argumentarán es darles trabajo a los paisanos y un enorme acto de caridad para hacer patria. El grito del cubano que vive en Cuba, es de inconformidad a sus gobernantes no a su estructura de Estado, que les ha brindado una buena dentadura aún estando ancianos pero que también les ha quitado muchas otras oportunidades de vida por sus corruptos gobernantes que se instalan en cualquier parte del mundo, como ocurre en Cuba, pero también en Estados Unidos o en México. Pero no debemos allanarnos a comentarios oportunistas que apuntan que el reclamo de los cubanos en Cuba, es terminar con su sistema de gobierno, que tanto repiten aquellos que viven y admiran al país que tanto daño comercial y por ende social y humano le ha provocado a Cuba. El ciudadano cubano es de los pobladores más inteligentes aunque se quiera subestimarlo. La defensa irrenunciable radica en la no intervención de los pueblos y su libre determinación a base de las mayorías, determinación que en una educación limitada, nos hacen pensar, que la democracia únicamente se puede obtener con el voto. La idea libre de expresión debe mantenerse para exigir respeto e implorar paz y felicidad al mundo y no imposición a nuestra manera de pensar de acuerdo a nuestros prejuicios e intereses. Con actitudes informadas es que los ciudadanos debemos solidarizarnos para el bienestar de Cuba, de los estados Unidos, de México y del mundo.