La simple cancelación del plan privatizador del agua por parte del gobierno neoliberal, la derogación de la mal llamada Reforma Educativa como plan de apoderarse de la enseñanza pública y la cancelación del abusivo proyecto empresarial de Texcoco; ya son tres acciones concretas y determinantes por parte del Presidente electo, Andrés Manuel lópez Obradoir que bien han valido su gobierno, que ni siquiera empieza. Sin embargo faltará mucho por enderezar para el próximo sexenio y habrá otras cosas que no podrán realizarse. Sin embargo, aquellos que se están exagerando ilusiones sin acciones y aquellos otros que siempre estarán inconformes porque no les construyen el paraíso terrenal; deberán estar concientes, que estos próximos seis años, solamente s epodrá exigir lo mismo, no menos ni más. de lo que uno puede dar. El presidente tiene la capacidad que su pueblo le otorga y la frustrada masa, necesita reconocer que el Presidente tendrá mayor nivel como mayor nivel tenga el actuar de sus mandantes. De no verlo así, entonces no se necesita un Mandatario sino un redentor.La revolución política que encabeza López Obrador, sin acompañamiento del pueblo, no es más que eso, un intento de revolución política o de gobierno, pero no una revolución ideológica, que es la que apresura los cambios que se necesitan o urgen.