Eliminando el fuero por consecuencia se elimina el desafuero y quitar el fuero a funcionarios públicos como lo es el propio Presidente de la República ha sido un caballo de batalla populista, y que ahora se ha convertido en una estrategia política del propio partido mayoritario. Los antecedentes de la historia de la política mexicana han demostrado que no ha sido superada la venganza política que dio lugar al Fuero para facilitar la función de representantes populares y funcionarios, como se pudo apreciar a principios de este siglo con el desafuero provocado por un ataque mediático a René Bejarano y el ocurrido al propio López Obrador como jefe de Gobierno ante una persecución política del Presidente Fox. Por lo que para nuestro punto de vista el fuero debe permanecer como figura jurídica, lo que no debe permanecer es la impunidad, cosa diferente, y para que ésta no se presente debe atacarse la corrupción, dar mayor funcionalidad a los órganos investigadores y jurisdiccionales y simplificar el proceso de desafuero. Finalmente nuestra historia reciente nos ha permitido ser testigos de un desafuero injusto como lo fue el efectuado a López Obrador y que sin embargo no pisó la cárcel ni fue sujeto a Proceso y por otro lado, tenemos a un gobernador del Estado de México como Artruro Montiel que nunca fue desaforado, ahora esta sin fuero y goza de total impunidad. Sin embargo es vergonzoso que aquellos partidos que quisieron ganar votos con el espejismo de eliminar el fuero, ahora se resistan a eliminar la figura, cuando la iniciativa de ley está para bien o para mal, puesta en la mesa.