La estaca penetró en la ambición y corrupción de políticos, quienes perdieron su dignidad y la fuerza de sus partidos. Son quienes quedaron como "cascarón" al enfrentarse a un político quien no es el mesías, pero que destaca en honestidad, al común denominador de los chacales de la política. Ahora quieren unirse a él, y cuando no lo logran; despúes de humillarse, lo vuelven a atacar. El PRD, PAN y PRI ahora son la chiquillada que prefieren la humillación antes que desaparecer como traidores; mientras que otros políticos, tienen que separarse de la actividad y otros se mantienen con vida artificial, sin credibilidad pero viviendo de su desnutrido partido y quienes ni siquiera fueron capaces de obtener sus cargos por votación directa. Dónde están aquellos candidatos que daban su palabra de honor de ser punteros evidentes en las encuestas al ser ellos el cambio verdadero, y en dónde estarán aquellos otros que lambiscaron al político equivocado, creyendo que los electores eran unos idiotas, al momento de llegar a las casillas. Otros mentirosos ya se fueron a la empresa privada, a la academia o quieren refugiarse en un medio de comunicación pagando sus columnas.