Vaya show que están dando los chayoteros que han caído hasta lo más bajo por tratar a toda costa de frenar el movimiento presidencialista que ha puesto en marcha el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, desmantelando un sistema de corrupción emprepresidencialista que tenía el control de la opinión pública por medio de sus voceros de condicionamiento masivo. Se dice que López Dóriga pasa por una crisis parecida a la de una prostituta sesentera, que después de haber dado servicio sexual indiscriminadamente, ningún cliente ya la quiere alquilar. En el caso de columnistas de Milenio y El Heraldo, los escribanos amorales han tenido una reducción de salario a la mitad, mientras que revistas de Aguilar Camín y Enrique Krauze, cuyo tiraje era absorbido anualmente por Presidencia, están al borde de la quiebra, y otros medios que ya no tienen ni el beneficio publicitario a manos llenas del erario público ni la credibilidad de la audiencia, están dando pujidos que son más fuertes que el mismo excremento que expulsan. El asustara los votantes con la historia del peligro para México, el "comunismo" aplicado o la venezolización del país parecen ser tan inútiles como decirles a los niños millennial, que de no comerse la sopa se los llevará el señor del costal. Aunque existen muchos antiprogresistas que pretenden recuperar su cadena alimenticia corruptiva y otros que por ignorancia quieren aparentar haber sido beneficiados con los priperrepanistas por su complejo de apariencia clasimediera; la realidad es que son más los mexicanos que aceptan al gobierno lópezobradorista y rechazan la política neoliberalista, aunque se quiera tapar el sol con un dedo y sembrar la percepción infundada de que es todo lo contrario. Así los medios desinformativos que resultaban funcionales para los anteriores gobiernos, se van derrumbando cual muro de Berlín, pero por ellos mismos, sin aplicar ni la censura ni el totalitarismo, sino como única arma, el pañuelo blanco de la paz y la prudencia, que aunque resulta más lento que la acción rabiosa, pone al tiempo a cada uno en su lugar.Más En www.somoselespectador.blogspot.com