Televisa convertido en un prostíbulo de la información, no solamente en el contenido general sino también en la fuente de espectáculos, ha tenido que cortar cabezas, ante la pérdida de patrocinadores y retiro de dinero público en publicidad. Los chayoteros que como plaga de cucarachas, vivieron de vender segundos de publicidad en los programas de chismes y en los noticiarios, fueron despedidos a gran escala y solo permanecen algunos herederos del sistema de corrupción que ya se veía como habitual, de que el supuesto reportero profesional, acudía a cubrir un evento, pero detrás de su visita, había un pago de por medio, sin que las ganancias vinieran de patrocinios o de anuncios abiertos del evento sino disfrazados de notas de interés. algunos de estos chayoteros corrieron para hacer su infestar en otras cadenas televisivas y tratan de contaminar de suciedad, las redes sociales y espacios de internet.