Después de que muchos calderonistas se burlaron de que un pasajero no quiso viajar en el avión en el cual, también se transportaba el Presidente López Obrador, que posteriormente se descubrió que fue un acto planeado; ahora le tocó a Felipe Calderón cuando un pasajero lo abordó para reclamar su corrupto y mal desempeño como presidente, situación que no deja de ser criticable, cuando una persona no se encuentra en aun acto público, sino en la paz de su asiento durante un viaje y se invade su privacidad. Aunque es claro que Felipe Calderón no solamente perjudicó al país sino que insiste en querer seguir perjudicando, también es cierto que por ningún motivo se puede romper la barrera del respeto. Más
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