Existen situaciones más graves por las cuales criticar a Sergio Mayer que por el escándalo provocado por un reportero que dice haber sido agredido físicamente por el exdiputado, cuando ni en las tomas captadas por una decena de reporteros que estaban en el lugar, ni por las imágenes del propio acusador existe evidencia de una agresión y sí del hostigamiento del interrogante sobre Mayer y su esposa, la modelo y actriz Issabela Camil quien parece comentarle a su marido que el reportero insistente de nombre Javier Ceriani, era una "basura". La situación ocurrió durante una alfombra roja realizada por la Fundación de Compositores en Estados Unidos en donde después de el arrebatado episodio, un organizador se le acercó al reportero para advertirle que mantuviera el respeto o no lo dejaría entrar al lugar, y este contestó haber sido golpeado por Mayer, después solicitó la ayuda de la policía para reprender a Mayer, por lo que cuerpos policíacos rodearon el lugar de los hechos en sus exteriores e interiores para darle a conocer a Mayer una acusación por parte de Ceriani quien le advirtió al polizonte, que Issabela Camil le había dicho "basura" y que el exgaribaldi le había golpeado su micrófono, que es su instrumento de trabajo, situación que no se aprecia en las acciones ocurridas que se grabaron en vídeo. Al salir del evento, Mayer declaró que no agredió a Ceriani, quien incluso ni lo había reconocido ya que cuando lo tuvo cerca, hasta lo confundió con la informadora Shanik Berman, al grado que por poco y le planta un beso. El caso es que diferentes medios de comunicación se han solidarizado con Ceriani respecto a una agresión que aparentemente no ocurrió y han lanzado la nota sobre una incorrecta actitud de Mayer en vez de ocuparse de situaciones de mayor relevancia, como su posible tráfico de influencias sobre la detención del padre de Daniela Parra, o sobre su nefasta labor como legislador en donde en complicidad con el finado Armando Manzanero se quería aplicar una ley abusiva para el consumidor de arte y se quería convertir a la Sociedad de Autores y Compositores de México en un órgano hacendario, entre otras conductas deplorables y mentiras del striper. Por su parte Issabela Camil quien siempre ha mostrado una actitud decente y que esta vez se vio acosada en el pasar por la alfombra roja en donde llegó el reportero escandaloso, señaló que su vida pública se encuentra en una "licuadora" por pertenecer al mundo del espectáculo y ahora hasta de la política.Veremos si Javier Ceriani quien tiene un público que siempre lo sigue, prueba su acción o simplemente todo queda como una anécdota en donde de paso, la policía de los Estados Unidos también quedaría en ridículo.