Cada brecha generacional se queja de la corriente musical que a cada una le corresponde, situación inequívoca que la músicaes un eje importante para nuestras vidas, para nuestras relaciones sociales, amorosas,comerciales y de todo tipo. La manera de bailar o el lenguaje empleado en una obra musical es lo primero contrapunteante como la manera de vestir o el corte de cabello entre unos y otros. Lo cierto es que la buena música no tiene problemas de aduanas entre los años, las clases sociales, los idiomas o las razas humanas. Tanto ayer como hoy, existirán los grandes autores y los grandes cantantes, pero también el imperio comercial que por medio de la repetición, cumple con la homogenialización de las masas y la subestimación intelectual para imponer un ritmo, a un cantante o una forma de expresión no genuina en su seguimiento. "Ayer en esa estación de radio se escuchaban puras canciones viejitas y hoy ya se escuchan las de hace treinta y cuarenta años".Más en www.somoselespectador.blogspot.com
