Poco o nada se le puede reprochar a la liga femenil del fútbol mexicano que está llena del deportivismo que para algunos es ingenuidad y falta de colmillo ante sus debilitados valores. Una liga que resulta espectacular para un televidente que tiene que pagar por verla ante su clausura en televisión abierta. Con equipos que mandan a las futbolistas al campo de entrenamiento y que no abren sus estadios como en la liga varonil, existen clubes como Tigres y Monterrey que toman en serio la situación y se han apoderado de los campeonatos mexicanos. El 5 de diciembre del 2016 se empezó a escribir un torneo de féminas que ya ha brindado jugadoras de exportación, mexicanas calificadas como las mejores del mundo, ídolos que están en vía de extinción en la liga varonil, muchos goles, espectáculo y hambre goleadora. El primer campeón de la historia fue Chivas y luego les siguió Tigres de la UNL y América, para después repetirse cuatro veces la final Tigres-Monterrey, misma que se jugará en si edición quinta por otra final, este fin de semana. Tigres es el máximo campeón con 4 títulos, le siguen Monterrey, Chivas y América, por lo que se critica que el torneo está hecho para uno o dos equipos, siendo que apenas tiene seis años de existencia, cuando vemos que la liga varonil que tiene 119 años desde su origen y 78 de su época profesional y resulta que dos de sus supuestos equipos grandes, tuvieron que esperar 24 y 70 años para volverse a coronar, lo que habla de una liga mediocre no de una liga pareja, independientemente de que en fútboles de alto nivel como España o en la propia Copa del Mundo, son reducidos los equipos que logran campeonatos e independientemente también, que la liga femenil tiene muchas fallas por su crecimiento pero más aciertos por su corta edad, lo que se puede calificar a 6 años de existencia como todo un éxito y los dos últimos dos años, como una gran liga.Más en www.somoselespectador.blogspot.com