Como de telenovela; no solamente Jeanine Añez se ha encargado de arrebatar la democracia de Bolivia, y apoderarse de manera ilegitima del poder; sino que también se está convirtiendo en la villana de América Latina, al violar leyes diplomáticas en agravio de España y de México. Por su parte el mandatario mexicano, ha determinado no caer en probocaciones y no servir de una bandera propagandistíca, de quien quiere legitimarse a falta de elecciones limpias, lo que la han llevado a la desesperación, con actos que no han sido realizados ni por el dictador Pinochet, ni por el tan temido Nicolás Maduro. Añez ni siquiera ha logrado articular un discurso inteligente, al señalar de una manera contradictoria, que el gobierno mexicano está en favor de Trump y de Maduro.
