sábado, 18 de enero de 2020

EL JUEGO DEL AVIONCITO























Es de sobresalir, la agilidad que tiene el Presidente Andrés Manuel López Obrador para  siempre marcar la agenda del país y las charlas de café, en donde ahora está en boca de todos los mexicanos,  el tema del avión presidencial y la máquina de transporte que  se adquirió mediante el derroche del recurso público de  Peña.  El presidente López señaló que no se ha podido vender el avión presidencial de máximo lujo y advirtió como posible acción, rifarlo mediante  la Lotería Nacional, situación que aunque parezca risible, traería enormes beneficios y que  no se puede descartar como opción,  pero no de la manera de los sorteos normales y como se imaginaron la mayoría, incluso  los  derechairos que cayeron en la trampa mediática del presidente, cuando supuestamente, ellos tienen mayor nivel intelectual y se sientes expertos políticos medeanayistas. El sorteo únicamente funcionaría, como un juego de donación, en donde el avión se rifa, el ganador lo dona  como patrimonio del gobierno mexicano y éste lo vuelve a rifar, y así hasta acumular ingresos  más ingresos, en lo que se podría llamar "El Juego del Avión" y el ganador que a la vez sería  luego donante,  podría recibir un premio alterno por su buena obra.  Es decir, no sería más que una captación de recursos para el  estado por parte de su población, tal y como se hacía para asociaciones no gubernamentales, con la diferencia de que tales organismos, se quedaban  para sí, los recursos que deberían ser para los verdaderos donatarios. Pero por lo pronto, el presidente ya logró burlarse de aquellos que no lo toleran y que prometieron tomar un avión lejos del país en caso de que  obtuviera  la presidencia del país. La falta de cálculo del presidente, fue que tal distractor aerodino, tuvo que haber sido, después de la caída del dólar y la firmeza del peso, que fue eclipsado por el comentario presidencial y cuya situación monetaria no pudo ser cacareada. El lado malo de estas trampas presidenciales, es que el juego mediático es poco duradero, y la anécdota al respecto sí lo es; lo que puede confundir la idea política real de este gobierno. Tan sólo hay que recordar, el pronunciamiento de Lázaro Cárdenas que también sugirió "una coperacha" para el rescate petrolero de 1936, y aún se recuerda tal pronunciamiento, y la buena respuesta del pueblo en el llamado "Mochilazo" con escenas conmovedoras por las donaciones otorgadas por parte de la población mexicana.