Es de sobresalir, la agilidad que tiene el Presidente Andrés
Manuel López Obrador para siempre marcar
la agenda del país y las charlas de café, en donde ahora está en boca de todos
los mexicanos, el tema del avión presidencial
y la máquina de transporte que se
adquirió mediante el derroche del recurso público de Peña.
El presidente López señaló que no se ha podido vender el avión
presidencial de máximo lujo y advirtió como posible acción, rifarlo mediante la Lotería Nacional, situación que aunque
parezca risible, traería enormes beneficios y que no se puede descartar como opción, pero no de la manera de los sorteos normales
y como se imaginaron la mayoría, incluso
los derechairos que cayeron en la
trampa mediática del presidente, cuando supuestamente, ellos tienen mayor nivel
intelectual y se sientes expertos políticos medeanayistas. El sorteo únicamente
funcionaría, como un juego de donación, en donde el avión se rifa, el ganador
lo dona como patrimonio del gobierno
mexicano y éste lo vuelve a rifar, y así hasta acumular ingresos más ingresos, en lo que se podría llamar
"El Juego del Avión" y el ganador que a la vez sería luego donante, podría recibir un premio alterno por su buena
obra. Es decir, no sería más que una
captación de recursos para el estado por
parte de su población, tal y como se hacía para asociaciones no
gubernamentales, con la diferencia de que tales organismos, se quedaban para sí, los recursos que deberían ser para
los verdaderos donatarios. Pero por lo pronto, el presidente ya logró burlarse
de aquellos que no lo toleran y que prometieron tomar un avión lejos del país
en caso de que obtuviera la presidencia del país. La falta de cálculo
del presidente, fue que tal distractor aerodino, tuvo que haber sido, después
de la caída del dólar y la firmeza del peso, que fue eclipsado por el
comentario presidencial y cuya situación monetaria no pudo ser cacareada. El
lado malo de estas trampas presidenciales, es que el juego mediático es poco
duradero, y la anécdota al respecto sí lo es; lo que puede confundir la idea
política real de este gobierno. Tan sólo hay que recordar, el pronunciamiento
de Lázaro Cárdenas que también sugirió "una coperacha" para el
rescate petrolero de 1936, y aún se recuerda tal pronunciamiento, y la buena
respuesta del pueblo en el llamado "Mochilazo" con escenas
conmovedoras por las donaciones otorgadas por parte de la población mexicana.