En una noche deslucida en
comparación a lo que nos había acostumbrado La Entrega de los Premios Bravo, se realizó su edición número veinticinco cuya presentación
musical central estuvo a cargo de la
Sonora Dinamita. La polémica de la noche fue cuando se nombró como mejor
villana a Jessica Coch cuyo talento actoral es indiscutible pero que sus
últimas participaciones televisivas no han sido
muy afortunadas. Por el contrario, se recibió con agrado la nominación
como programa del año a La Rosa de Guadalupe que ha sido el unitario de
Televisa que ha dado la cara por las historias mexicanas en la pantalla casera.
También se premió al actor Jorge Salinas y a la actriz Susana González, así
como también se reconoció el trabajo de la primera actriz Raquel Olmedo. El
momento de la noche ocurrió cuando se le entregó presea al actor LALO EL MIMO
quien cumplió más de medio siglo de carrera artística y con plena vigencia. De
igual forma se premió como conductores del año a Omar Chaparro y Cecilia Galliano
por su participación en Sabadazo proyecto que ha llegado a su
finalización y quienes no se presentaron a la noche de premiación. La conducción del evento
estuvo acertadamente a cargo de las bellas Erika Buenfil y Jacqueline Goldsmith,
misma que lució espectacular siendo una
de las más bellas de esta cita de gala junto con Lydya Gamboa, Maricarmen de la
Peña y Perla Matías quienes se adueñaron del evento con su hermosura. En la premiación se realizó la clásica
subasta que forma parte de la labor altruista de la Fundación Rafael Banquells que
originó la señora Silvia Pinal quien estuvo, como siempre, presente en este
evento. Más en www.somoselespectador.blogspot.com