Gran atención de la prensa internacional ha generado el deceso de RUBEN AGUIRRE Fuentes, actor mexicano que interpretó al PROFESOR JIRAFALES en la exitosa serie cómica El Chavo del Ocho. Desde Argentina hasta Estados Unidos, pasando por Brasil, Colombia y Paraguay, en decenas de portales se ha ampliado sobre la desaparición de este emblemático artista.
Hijo de una maestra y un empleado del Registro Civil, Rubén Aguirre comenzó a trabajar en Tv en los sesenta en la localidad de Monterrey. 1.95 metros de estatura fueron suficientes para que su imagen trascienda miles de hogares.Nacido en la localidad mexicana de Saltillo, Rubén Aguirre Fuentes se desempeñó inicialmente como ejecutivo de televisión.
El destino haría poco tiempo después conozca a Roberto Gómez Bolaños, leyenda creadora de series como "El Chavo del Ocho", "Los supergenios de la Mesa Cuadrada", "El chapulín colorado", "Los chifladitos", entre otros.
De inmediato 'Chespirito' consideró que Rubén Aguirre era un personaje ideal para la pantalla chica. Tras figurar con éxito en "Los supergenios de la Mesa Cuadrada", pasaría a desempeñar el papel del Profesor Jirafales en ".El Chavo del Ocho", juna serie exitosa en múltiples países.
El encanto del personaje interpretado por el hoy fallecido Profesor Jirafales radicó en la nobleza. Pese a que tuvo a su cargo una 'escuelita' llena de niños traviesos y ocurrentes, el 'Maestro Longaniza' jamás perdió la cordura. Su máximo regaño era el clásico '¡Ta ta ta ta ta!'
En la vecindad del Chavo del Ocho, Rubén Aguirre, además, era el eterno enamorado de Doña Florinda (Florinda Meza), la madre viuda de Kiko. Con un ramo de flores bajo el brazo,MAS EN www.somoselespectador.blogspot.com
En la Edad Contemporánea, la industrialización y la vida urbana crearon nuevas formas de convivencia y favorecieron las condiciones sociales para el desarrollo de la comunicación de masas, un nuevo tipo de comunicación que revolucionó casi todos los niveles de la vida, individual y colectiva.El comercio, la política, la sociabilidad, la educación, el entretenimiento, las pautas psicológicas, morales y culturales... en una doble dirección, teniendo en cuenta que los individuos y las sociedades ayudaron y sigue ayudando por su parte a conformar esos medios y sus modelos específicos de actuación. Y la radio jugó un papel esencial en todo ese proceso durante el siglo XX.
Intentar atribuir la invención de la radio a una única persona es imposible, porque su desarrollo y difusión sólo fue posible con las aportaciones de una serie de científicos, inventores y pioneros (Hertz, Maxwell, Tesla, Popov, Marconi, Julio Cervera,…), como también de distintas industrias y tecnologías previas. Lo cierto es que la radiodifusión de programación estable y regular nació en EEUU a fines del año 1920.
El teléfono y el telégrafo (y en buena medida también el radiotelégrafo) eran medios de comunicación privada a distancia, pero la radiodifusión como tal se perfiló como medio de comunicación de masas: un centro emisor dirigiendo su mensaje al público-destinatario. Significaba poner el mundo al alcance de cualquiera. Los radioyentes necesitaban un aparato receptor complejo para captar las emisiones, para el que era imprescindible la existencia de red eléctrica. Es decir, se necesitaba una infraestructura previa. Baste decir que en España sólo a partir de los años 30 se generalizó la construcción de viviendas con instalación eléctrica incorporada, generalmente en medios urbanos. La prensa llegaba a casi todas partes pero requería de cierto nivel cultural para ser disfrutada. La radio, sin embargo, se desarrolló virtualmente como un medio interclasista, una moderna tecnología de transmisión de la cultura oral, inherente al ser humano.
Su capacidad para llegar de forma simultánea a millones de personas la hacían perfecta como instrumento político de propaganda e información, pero también de entretenimiento y publicidad. El cambio más profundo que introdujo su difusión fue el de estructurar la vida personal y social según un horario riguroso, incluyendo las horas de tiempo libre. Por otra parte, junto al ámbito individual y familiar se añadía una proyección pública del fenómeno. Cada uno en su casa, la mayor parte de la ciudadanía había escuchado lo mismo y podían comentarlo en sociedad.
La radio fue el primer medio de comunicación y entretenimiento cultural ajustado a la medida de la unidad familiar: un artículo esencialmente doméstico, aunque al principio sólo para los más pudientes. Pero también social, porque era común escuchar la radio en bares, círculos recreativos y políticos y demás espacios similares. Otro ámbito en que la radio influyó de forma muy directa fue en el músical, eliminando las limitaciones mecánicas, espaciales y acústicas de difusión del sonido: no transformó la música, pero sí el papel de la misma en la vida y la cultura cotidiana. Estos y otros factores contribuyeron culturalmente a transformar la vida de las mujeres dedicadas a sus labores. MAS EN www.somoselespectador.blogspot.com