El jefe de gobierno Miguel Angel Mancera está desesperado no solamente porque ha provocado que la Ciudad de México sea un polvorín sino porque también su popularidad está por los suelos y tiene pleno interés en competir por la presidenciable y quizá ya ni siquiera para ser el nuevo ejecutivo federal sino para verse beneficiado con las ganancias económicas que puede dejar una campaña por todo el país y una raja política enorme si se convierte en una pieza importante para que el PRI nuevamente gobierne la capital del país y de paso, Mancera sirva para entorpecer a MORENA que por cierto ya señala al jefe de Gobierno como un nefasto, con todo y que su excompañero de fórmula y actual líder morenista López Obrador no se haya pronunciado de manera directa al respecto. Lo cierto es que ahora, el Doctor Mancera, acude silenciosamente a los discursos del Secretario de salud federal y a los eventos del Presidente de la República y no sólo éso, sino que de manera ridícula, ya no usa su vehículo particular y en vez de cambiarlo por un Tsuru, prefiere transportarse en Taxi, mismo que toma a plena calle y coincidentemente pasa justo cuando lo necesita como en película gringa y luego se toma la foto para los medios de comunicación. Si fuera cierto, esto de que el Jefe de Gobierno toma un Taxi para el trayecto a su oficina, debemos imaginarnos la imprudencia de que un servidor público de alto nivel se esté arriesgando al peligro de ser atentado y poner en jaque la estabilidad del país y también sería de criticar, la enorme omisión del gobierno federal de no resguardar la seguridad del mandatario capitalino como lo hizo al proporcionarle escolta militar al Presidente Municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco. Menos mal que el Doctor MAME no tiene un metro cerca.
