jueves, 14 de abril de 2016

EL CAMINO DE CUBA


Luego de crecer un 4% en el 2015, sobre un 1% en el 2014, la economía cubana planea crecer un 2% en el 2016. Regresar a tasas de crecimiento menores del 3% no es la mejor de las noticias, aún cuando ese crecimiento se produzca sobre la mejor tasa de crecimiento obtenida por la economía nacional en los últimos 6 años.
Es lógico pensar también que este crecimiento de 2 % influirá en los propósitos de mejora del país, al reducir el producto global del cual se podrá disponer en el 2016, tanto para el consumo como para la inversión.
Esa tasa de crecimiento se alcanzará en un entorno complejo y de significado mixto para la economía nacional.
De una parte el Fondo Monetario Internacional anticipa que la economía mundial decrecerá. En nuestra región, los países que durante años lideraron el crecimiento se encuentran estancados. Para Cuba, los sucesos políticos en Venezuela, Brasil y Argentina y el débil desempeño económico de los dos primeros se convierten en las principales amenazas en el corto y mediano plazo, dado su peso en el comercio exterior cubano.
En el caso de Venezuela, su rol en el comercio de bienes, fundamentalmente el suministro de petróleo (alrededor de 100 000 barriles diarios) y su significativo papel en los ingresos por servicios (que son hoy el 70 % de nuestros ingresos por exportaciones) genera una alta sensibilidad, pues resulta muy difícil encontrar alternativas de corto plazo.  La situación no es comparable a la que Cuba enfrentó a inicios de los años 90, no sólo porque la dependencia es sustancialmente menor que la mantenida con la Unión Soviética, sino también porque nuestro país tiene hoy una economía más diversa y  ha creado nuevos sectores (turismo y biotecnología, los más evidentes) que pueden ayudar a compensar cualquier impacto negativo. MAS EN www.somoselespectador.blogspot.com