Incongruente que después de una brillante trayectoria actoral, Daniela Basso tenga las manos sucias, pero todo es debido a la mezcla de yeso en donde Basso tuvo que meter sus manos para plasmar las huellas que Plaza de las Estrellas le ha otorgado por su brillantez y con las que pasa a la inmortalidad. Más en www.somoselespectador.blogspot.com