ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Las protestas estudiantiles en
todo el mundo iban acercando a los jóvenes a nuevos pensamientos conceptuales
que rompía con la familia disciplinada y con arraigos de control establecidos,
situación que no fue una excepción en la sociedad mexicana, sino por el
contrario el protaginismo juvenil y la protesta, pusieron muy nerviosos a
sus gobiernos lo que culminó con la
matanza estudiantil de 1968 en Tlatelolco, ordenada por el presidente Díaz
Ordaz, al querer acabar con el conflicto antes de la celebración de lo Juegos
Olimpicos del 68. Desde ese momento todo lo que fuera agrupación juvenil para
la dictadura presidencialista en México, sonaba a peligro y más si se
acompañaba de rock, al grado que protestas
en contra de la matanza del 68 con el lema de "Dos de Octubre no se
olvida", culminaban en abusos
policíacos y nuevas matanzas como
la ocurrida el 10 de Junio de 1971. El gobierno ya contaba con intelectuales
orgánicos pero no era suficiente para la manipulación social y poner a la
sociedad en contra de la juventud que debería aprender que su única rebeldía
era comerse un helado sin permiso de sus padres, pecado mayor en el que incurría César Costa y
Angélica María. Con el fin de borrar el acontecimiento de las matanzas
estudiantiles que se guardaban en la memoria colectiva de la sociedad mexicana,
tenía que ocurrir un escándalo mayor, y a tres meses de la matanza del jueves
de Corpus del 71, ya se estaba organizando un magno festival de rock para el 11
y 12 de septiembre en Avándaro cerca de
Valle de Bravo en el Estado de México. La organización del Festival de rock que
debía ser dimensionado, corrió a cargo de Luis de Llano Macedo, un productor de
Telesistema Mexicano, lo que hoy es Televisa, y con políticas casi idénticas a
las de nuestros días. Lo que fue un evento que ahora se denominaría
"light", la prensa comprometida con la política antidemocrática, se
encargó de hacer pasar el evento de rock como una reunión pervertida, de
excesos y libertinaje y cuyo culpable era el rock, por lo que la repetición mediática
se encargó de etiquetar a la generación setentera como una generación
retorcida, aunque por otro lado en la televisión se vendía a un
"Loco" Valdés con chicas enjauladas en minifalda. Sin embargo después
de Avándaro, el Presidente Echeverría prohíbe los conciertos de rock en México
con la venia de los padres de los jóvenes, convencidos del mensaje oficial que
el sueño dorado de toda familia es el matrimonio de las hijas no rockeras, y un
Titulo de licenciatura de los hijos no rockeros. El rey Bátiz y su guitarra
triunfaba en los Estados Unidos con rock
en inglés, mientras que de los pocos grupos supuestamente rockeros que
siguieron con un éxito, también supuestamente
clandestino, fue El TRI de Alex Lora acompañado de una chica llamada
Chela, que hacía imaginar a los jóvenes
aquel momento, que se decía ocurrió en el festival de Avándaro en
donde una joven, de nombre Alma Rosa
González López, se despojó de su playera
para mostrar sus senos y para desde entonces ser nombrada "la Encuerda de
Avándaro". El Tri que nació en 1968
grabó dos discos dedicados a Avándaro,
lo que llamó poderosamente la atención de los jóvenes quienes los
escuchaban casi a escondidas, ante el enojo social de los adultos por escuchar
esa música satánica y no la adecuada que
era la que proporcionaba Televisa, en
ese entonces televicentro al
fusionarse, televisión independiente de México con telesistema Mexicano. Sin
embargo detrás de EL TRI y su falsa
rebeldía social, se encontraba un apoyo y aceptación del gobierno y del monopolio televisivo, que
no los proyectaba en pantalla ni mucho menos
en los programas de Raúl Velasco, pero si de manera paralela y
popular. Aunque EL TRI se mantuvo de los
grupos más famosos de nuestro país, al tener como atractivo que sus temas
musicales ya eran en español, fue el Teatro Ferrocarrilero, el lugar que
albergaba, grupos de rock más genuinos
como el Zig Zag, formado en 1973 e integrado por Héctor Ortiz (voz y teclados),
Ernesto Palestino (bajo y vocales), Gerardo Uri Gómez, Roberto Nieto (guitarras,
vocales y teclados), César Berra (batería y vocales), Rafael Bustamante
(teclados y vocales) y Francisco Torres (teclados y vocales), pero cuyos
conciertos se realizaban en el local del sindicato ferrocarrilero -que ha sido
históricamente de los más corruptos-,
y todo se realizaba con la asociación de la compañía musical de Luis de LLano, mismo que organizó la
trampa al rock en Avándaro. La difusión internacional del grupo estadounidense
KISS, cuyos cantantes se pintaban la cara diabólicamente, no podían pasar
desapercibidos en México, por lo que se trató de contra restar con bandas como
Crystal y Acéro, Botellita de Jérez y otras. Después un rock no tan pesado,
comenzó a abrir las estaciones de radio en México, pero con abundancia del
idioma inglés, mismo que se impartía como segundo idioma desde la educación
primaria en México, pero
premeditadamente bajo deficiencias en su enseñanza, por lo que resultaba
un rock más musical que de conceptos, al no ser de todos entendido, lo que despertaba un interes mayor pro
aprender el idioma que estaba mal enseñado en la escuela, como otra trampa de
dominio estadounidense. Con la ola del rock en España y en Argentina, al
prohibirse la música en inglés debido a la guerra en contra de Inglaterra quien
se adueñaban de las Islas Malvinas, fue que el rock regresó a México y a toda
Hispanoamérica, en donde un concierto monumental después del ayuno de aquel
festival de Avándaro, fue el realizado por el rockero español Miguel Ríos,
después creció la popularidad del argentino Miguel Mateos y otros grupos
españoles, argentinos y mexicanos, y la televisión permitió incluso el
nacimiento de Gloria Trevi, que no era propiamente rockera pero tenía actos de
rebeldía como desnudar a sus espectadores con ayuda de otras jovencitas, que
después estuvieron envueltas en asuntos legales de corrupción de menores. Entre
todo este menú rockero también seguía El TRI, a quien el público justificaba le
gritara Puto y le mentara su madre, a los Presidentes mexicanos que llegaban por la vía del fraude, incluso a
Vicente Fox que sí ganó la Presidencia
sin el tradicional fraude electoral pero después traicionó el voto que le fue
otorgado. Aunque realmente, las denuncias hechas gritos por parte de Alex Lora, no se trataba de una expresión
genuina sino como parte del juego de control.
Ahora el TRI sigue siendo parte de la falsa del rock de rebeldía en México, ya que aunque el país
cuenta con un gobierno democrático y ahora si contrasistema neoliberal, la banda
no se actualiza a los nuevos
tiempos y sigue agrediendo a la figura presidencial, representada por Andrés
Manuel López Obrador quien ha adoptado una política que El TRI demandaba en la
letra de sus canciones, pero al tratarse solamente de una pose por lo antes
narrado; es que siguen con el grito de puto al presidente en turno, aunque
ahora ya sin el apoyo colectivo que en más del ochenta por ciento respalda al
lópezobradorismo, por lo que El Tri ha tenido que moderar sus gritos, aun no
habiendo censura ni control en la agrupación como subterráneamente ocurría, y
como el mismo Presidente López los delató al llamarlos “rockeros neoliberales”.
El festival de Avándaro en donde
participó El Tri, y cuyo evento masivo que el día de hoy cumple 50 años de su realización,
finalmente cumplió su objetivo, que era magnificar un evento, al grado que pudiera alcanzar las dimensiones de las
matanzas estudiantiles de Díaz Ordaz en Tlatelolco y de
Echeverría con El Halconazo . Más en www.somoselespectador.blogspot.com