Con motivo de los 200 años de la consumación de la
Independencia de México, el Papa Francisco envío un mensaje al gobierno
mexicano en el cual ofrece disculpas por los maltratos a la población indígena
durante la evangelización en la Nueva España. Aunque los medios de comunicación
difundieron con toda su fuerza informativa, la solicitud del Presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador tanto a la Santa Sede como a la Corona
Española a que se disculparan con la población originaria de México, y tal
situación incluso fue objeto de críticas y burlas, ahora que el Papa Francisco de
manera histórica pide perdón a los originarios de México, la difusión de tan
importante hecho noticioso e histórico no ha sido tan difundido.“Como mis
antecesores como yo mismo hemos pedido perdón por los pecados personales y
sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la
evangelización”, dijo el pontífice en el mensaje leído durante la conferencia
diaria del presidente azteca, Andrés Manuel López Obrador antes de l inicio de
los festejos de los 200 años de la consumación de la independencia de México,
que se desarrollaron en la explanada del zócalo, que es la plaza más grande del
mundo, incluyendo la plaza roja de Moscú. La misiva papal, también señala que se deben “seguir dando
pasos en vistas a sanar las heridas, a cultivar un dialogo abierto y respetuoso
entre las diferencias y a construir la tan anhelada fraternidad, priorizando el
bien común por encima de intereses particulares, las tensiones y los
conflictos”. El pontífice recalcó la importancia que tiene la creación de una
nación tan vigorosa como lo es la mexicana. Y señaló que en el Vaticano también
celebran el aniversario del Estado mexicano, que es muy apreciado en todo el
mundo. Con claridad El papa escribió: “retrospectiva incluye necesariamente un
proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores
cometidos en el pasado que han sido muy dolorosos. Por eso, en diversas
ocasiones, tanto mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón”. La carta
papal completa, que no ha sido replicada como su importancia lo amérita, apunta
de la siguiente manera:” Con motivo del bicentenario de la declaración de la
Independencia, quiero hacerte llegar un cordial saludo a ti y a los demás
hermanos obispos, a las autoridades nacionales y a todo el pueblo de México.Celebrar
la Independencia es afirmar la libertad y la libertad es un don y una conquista
permanente. Por eso, me uno a la alegría de esta celebración y al mismo tiempo
deseo que este aniversario tan especial sea una ocasión propicia para
fortalecer las raíces y reafirmar los valores que los constituyen como nación.Para
fortalecer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado, teniendo en
cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la historia del país.
Esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de
la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado que han sido
muy dolorosos.Por eso, en diversas ocasiones, tanto mis antecesores como yo
mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las
acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización.En esa misma
perspectiva, tampoco se pueden ignorar las acciones que en tiempos más
recientes se cometieron contra el sentimiento religioso cristiano de gran parte
del pueblo mexicano, provocando con ello un profundo sufrimiento.Pero no
evocamos los dolores del pasado para quedarnos ahí, sino para aprender de ellos
y seguir dando pasos en vistas a sanar las heridas, a cultivar un diálogo
abierto y respetuoso entre las diferencias, y a construir la tan anhelada
fraternidad, priorizando el bien común por encima de intereses particulares, las
tensiones y los conflictos.El aniversario que están celebrando invita a mirar
no sólo al pasado para fortalecer las raíces, sino también a seguir viviendo el
presente y a construir el futuro con gozo y esperanza, reafirmando los valores
que los han constituido y los identifican como pueblo, valores por los que
tanto han luchado e incluso han dado la vida muchos de vuestros antecesores
como son la independencia, la unión y la religión.Y en este punto quisiera
destacar otro acontecimiento que marcará sin duda todo un itinerario de fe para
la Iglesia mexicana en los próximos años: la celebración, dentro de una década,
de los 500 años de las apariciones de Guadalupe.En esta conmemoración es bello
recordar, como lo expresó la Conferencia del Episcopado Mexicano con ocasión
del 175 aniversario de la Independencia nacional: la imagen de la virgen de
Guadalupe tomada por el padre Hidalgo del santuario de Atotonilco simbolizó una
lucha y una esperanza que culminó en las Tres Garantías de Iguala, impresas
para siempre en los colores de la bandera.María de Guadalupe, la Virgen
morenita, dirigiéndose de modo particular a los más pequeños y necesitados,
favoreció la hermandad y la libertad, la reconciliación y la inculturación del
mensaje cristiano no sólo en México, sino en todas las Américas. Que ella siga
siendo para todos ustedes la guía segura que los lleve a la comunión y a la vida
plena en su hijo Jesucristo.Que Jesús bendiga a todos los hijos e hijas de
México y la Virgen santa los cuide y ampare con su manto celestial.Y por favor,
no se olviden de rezar por mí. Fraternalmente, Francisco”. También durante el
festejo de la consolidación del México Independiente, se sincronizaron los
templos católicos en México,para al mismo tiempo hacer sonar sus campanas en
todo el país.Más en www.somoselespectador.blogspot.com