Con cifras oficiales, se ha comprobado
un gasto excesivo por parte del gobierno peñista para anuncios
gubernamentaes en medios de comunicación
selectivos, en donde coincidentemente, los comunicadores de dichas empresas,
tenían comentarios agresivos en contra del actual presidnte y en favor del
anterior. “La empresa que recibió más
dinero público es Grupo Televisa, cuyo accionista mayoritario es Emilio
Azcárraga, con una asignación de 9 mil 70 millones 455.2 mil pesos, lo que sólo
para ese consorcio representa el 17.5 por ciento de toda la publicidad
gubernamental y el 36.7 por ciento del monto entregado a los siete medios más
favorecidos. En el gobierno de Enrique Peña Nieto hubo un festín con dinero
público para los dueños de grandes consorcios de medios de comunicación:
televisoras, radiodifusoras y periódicos. Con una considerable “ampliación” de
102 por ciento, el gasto gubernamental para publicidad se elevó en 6 años de la
administración anterior a 51 mil 893 millones 753 mil pesos.Sólo siete medios
de comunicación: Grupo Televisa, TV Azteca, Grupo Imagen, Grupo Fórmula, El
Universal, Organización Editorial Mexicana (El Sol de México) y Grupo Milenio,
recibieron el 47.6 por ciento de ese total de dinero público, es decir 24 mil
729 millones 796 mil pesos, prácticamente la mitad de todo el presupuesto
destinado para medios.En los 6 años del gobierno anterior, el Congreso le había
autorizado al Ejecutivo un gasto total de 25 mil 670 millones 414.1 mil pesos;
sin embargo, el entonces presidente decidió incrementarlo en 26 mil 223
millones 339 pesos (102 por ciento), con lo cual benefició aún más a sus
“amigos” dueños de los medios.De acuerdo con cifras oficiales, hasta el cierre
de la administración de Peña Nieto –mismo que está sujeto a investigación por
el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para determinar si hubo actos de
corrupción operados desde las áreas de comunicación social–, la entrega de
publicidad oficial puede clasificarse en cuatro grandes grupos para comprender
la desorbitante cantidad de dinero de los contribuyentes que fue a parar a los
bolsillos de los magnates de los medios.En un primer grupo están los siete
medios mencionados, a los cuales el gobierno les repartió entre 1.1 mil
millones y 10 mil millones de pesos a cada uno. El otro 50 por ciento del
presupuesto para publicidad se le otorgó al resto de la prensa.En el análisis
de las partidas presupuestales otorgadas arbitrariamente por el gobierno
federal, se muestra una gran discrecionalidad, pues hay casos en donde a una
misma empresa se le aumenta la asignación de recursos públicos hasta en 200 por
ciento de un año a otro, sin justificación alguna.En un segundo grupo se
clasifica, de más a menos, a 13 empresas (en su mayoría periódicos) que
recibieron en el sexenio anterior entre 100.1 millones y 1 mil millones de
pesos cada una: Grupo Radio Centro, Grupo MVS, Grupo Radiorama, periódico La
Jornada, Grupo Acir, El Financiero, Reforma, El Economista, La Razón, Grupo
Expansión, el portal SDP Noticias; 24 Horas y Publimetro.A un tercer grupo de
medios de comunicación le asignaron entre 50.1 millones y 100 millones de pesos
a cada uno: El Heraldo de México; revistas Nexos y Siempre.En un cuarto grupo
se ubican las revistas que menos recursos recibieron en los 6 años de gobierno,
entre 1 millón y 49 millones de pesos cada una: Voz y Voto; Este país;
Contralínea; Líderes Mexicanos; Etcétera; Proceso; Personae, y una revista que
se llama Eduardo Ruiz Healy.En un quinto bloque aparecen 13 columnistas que
mediante portales en internet negociaron con el gobierno de Peña Nieto el cobro
de partidas presupuestales discrecionales como publicidad.Con esa arbitraria
distribución del gasto publicitario puede explicarse porque algunos medios
tuercen su línea editorial y escriben a favor del gobierno”. Ahora que se
quiere regularizar este abuso por un presidente que sufrió el ataque mediático,
las empresas de comunicación se pelean por la rebanada del pastel, incluso atacándose
entre ellas mismas.