Ayer
como un 15 de abril de 1957, en que Pedro Infante Cruz perdió la
vida en Mérida, Yucatán, al desplomarse el avión que piloteaba; su público se
dio cita en el Panteón Jardín de la Ciudad de México, en donde descansan sus restos, en la cita de cada
año entre México y su máximo ídolo. Ancianos, pero también jóvenes y niños
fusionan el recuerdo, la tristeza de la ausencia física del actor y cantante, y
también la alegría por su legado artístico. Entonando el pueblo sus canciones y
con la presencia en el escenario de Humberto Cravioto, Sophie Corral, María
Fernanda, Raúl Sandoval, Jair Mackintosh y promesas del canto mexicano, rindieron homenaje sesenta y dos, a la inmortal figura del cine y la música mexicana. En el evento
sobresalió la presencia de la familia Infante, de la siempre talentosa Lupita
Infante Torrentera y de Lupita Lu quien es una gran estrella con camino propio y que ha llamado la atención a nivel internacional.
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