miércoles, 6 de febrero de 2019

HUELE A NARCO, SABE A NARCO, PERO NO ES NARCO
















Graco Ramírez  exgobernador de Morelos aseguró que la gente de Federico Figueroa, hermano del cantante fallecido, Joan Sebastian, estaba interesada en que el Mando Único no llegara  a Cuernavaca. El Gobernador también vinculó a Figueroa con la delincuencia organizada.Ahora, otro ser asesinado  se adjunta a la lista de la familia de Joan Sebastian, y que también  tiene rasgos de haber sido una acción del crimen organizado. Hugo Figueroa  sobrino del finado cantante, fue privado de su libertad por un grupo armado luego de un jaripeo en una plaza de toros en Tarímbaro, Michoacán; y después fue encontrado muerto. Joan Sebastian tuvo ocho hijos; José Manuel, Trigo y Juan Sebastián, producto de su concubinato con Teresa González. Estos dos últimos perdieron la vida de manera trágica.En agosto del año 2006, Joan Sebastian estaba ofreciendo un concierto en el poblado de Mission, Texas, sin imaginar que su vida cambiaría radicalmente, pues al término de esa presentación, Trigo Figueroa se encontraba conteniendo a la multitud que buscaba acercarse al cantante, cuando uno de los asistentes disparó al suelo y posteriormente a la cabeza de Figueroa, quien tenía 27 años de edad. El agresor nunca fue identificado. Por otra parte, Juan Sebastián Figueroa González, con 32 años de edad, vio su vida truncada en junio de 2010 a las afueras de un bar ubicado en Cuernavaca, Morelos, donde recibió dos disparos que le causaron una hemorragia interna aguda y laceración del pulmón. En vida al cantante quien era casi dueño de todo Juliantla, guerrero, siempre le rodearon rumores de su estrecho lazo con el narcotráfico  y en una investigación periodística reciente, y posterior a la muerte del cantante,  Héctor de Mauleón, fue el encargado de revelar un oscuro y escandaloso secreto del cantautor, pues aseguró que tenía nexos con el crimen organizado, lo que le ha causado ser demandado por la familia del cantante y los tribunales hasta el momento, han apoyado al informador. El columnista  aseguró que Joan Sebastian asistía frecuentemente a un burdel propiedad de la célula criminal “Los rojos” que era conocido por su negocio en la trata de blancas, y aunque el cantante estaba consciente de esto, continuaba asistiendo. La información se realizó posterior a la muerte de Joan Sebastian, al denunciar que la autoridad ministerial tenía abandonada la averiguación que podría involucrar a otras personas para su vigencia.  Lo cierto es que el cantante murió de una enfermedad y no asesinado, pero su familia ha vivido experiencias  de nota roja  como el  caso de su  otro hijo del cantante, José Manuel Figueroa que se pudo desligar del asesinato imprudencial de la conductora Lilián Elizalde y otros nexos policíacos raros que podrían por si solos hacer una narcoserie en vez de la serie biográfica que se le realizó a Joan Sebastian, que en nada apuntó a un nexo con la delincuencia organizada.