EL dominio de la política extranjera fue la mal consejera
del gobierno mexicano, de quienes veían al territorio azteca como un barril sin
fondo que no se terminaba en riqueza a pesar de su saqueo. En los años setentas
comenzó la estrategia de normalizar la corrupción, ya que aunque ladrones, los
presidentes tenían un mal entendido nacionalismo, que se mantenía al
hacerlos sentir salvadores de la patria por el estado profundo. Después
el presidencialismo absoluto llegó a desmoronarse por el neolibrealismo, en
donde el propio Presidente todopoderosos, soñaba con ser empleado importante de
una empresa internacional estadounidense. Prácticamente se había cumplido la
teoría del dominio intelectual de consumo sobre los valores humanos, pero no se
contaba con la riqueza cultural de México, que ha sido un sustituto importante para mantener la
dignidad nacional, aunque fuera doblemoralista. Ante estas condiciones, el
político que pudiera llegar a corregir esta situación sociopolítica, solamente
le bastaría contar con credibilidad y moralidad, dos elementos más difíciles de
encontrar que la misma preparación que debe tener un mandante, tal situación debido
al desmantelamiento ideológico y filosófico. Nadie pensaba que surgiría un líder
de la dimensión de Andrés Manuel López Obrador quien ha sido una piedra
incómoda para el dominio empresarial de exterminación moral de las marcas
internacionales y de quienes pretenden un dominio conductual casi robótico. Ante tantas cosas en contra de este
sistema que busca que los países se conviertan en mozos de unos cuantos dueños del dinero mundial, Andrés
Manuel López Obrador después de varios intentos y una estrategia político integral,
logra llegar a la Presidencia paradar cabal cumplimiento a sus promesas de
campaña y a su proyecto de nación, reversible al daño, que él llama “neoporfirista”
y que tal plan lo bautiza como la Cuarta
transformación de México, aunque este consiguiendo por lo menos, una
transformación presidencialista total y lucha por una transformación de la vida
pública y administrativa del país, sin proponerse una neoconstitucionalidad. La estrategia guardad en un plan teórico ha
resultado mejor de lo que se creía en la aplicación práctica. El
Presidencialismo que servía de un mozo para el empresariado y un traidor al
pueblo, con sus acciones neopopulistas y de recuperación y autonomía económica, lo han mantenido permanentemente
con una aprobación de promedio mínimo
del64% y sin importarle arriesgar una revocación del mandato, estimulando dicho
ejercicio democrático, como una acción inédita en todos los tiempos del país,
para sellarlo como antecedente en mandatos venideros. Todo apoyado en su
ejercicio de gobierno verificable ante la guerra mediática en su contra, con 8
programas prioritarios para sectores focalizados de la población: Pensión para
Adultos Mayores, Becas de Nivel Medio Superior, Becas de Nivel Básico; programa
Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, Apoyo a Personas con
Discapacidad, Producción para el Bienestar y el programa La Escuela es Nuestra.
A la par, también mantiene visibles proyectos de inversión de los más grandes a
nivel Latinoamérica tales como el Tren Maya, la construcción del Aeropuerto
General “Felipe Ángeles”, el Mantenimiento y Conservación de Carreteras. Todo sin deuda pública y saliendo vencedor de
una pandemia que muchos veían como una gran oportunidad para debilitar o
extinguir su gobierno, situación que será muy difícil que ocurra, hasta con su
exposición de este domingo a un refrendo de los electores y de sus propios
electores que lo llevaron rotundamente a la presidencia. Más en www.somoselespectador.blogspot.com