viernes, 15 de abril de 2022

LOS PECADOS DE ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, EL MEJOR POLITICO DE LA HISTORIA MODERNA DE MEXICO

 













































Ni ser prófugo de la justicia  como otros, ni ser parte de un proyecto del empresariado corrupto en complicidad con el sindicalismo, el gobierno y los medios de comunicación,  son los pecados que se le pueden adjudicar a Andrés Manuel López Obrador, actual Presidente de México, y el funcionario público más popular, y  el político más votado de todos los tiempos en la historia de México. Sin embargo existen errores o pecados políticos que López Obrador ha cometido como cualquiera que ejerce una actividad, y que no son la toma de pozos petroleros, su alianza con el gobierno ruso y venezolano, la eliminación de la atención médica para los niños de cáncer y la destrucción del  supuestamente brillante y eficaz Seguro Popular,  o su intención de llevar a México al “comunismo” y otras acusaciones falsas, para quien a lo largo de su trayectoria política ha sido vigilado legal e ilegalmete por su grupo  y compañeros de lucha, por sus partidos, por la iniciativa privada, por los gobiernos en turno y por todos  los poderes del Estado,  sin poder presentar el vídeo deseado por sus adversarios y detractores, en donde “El Peje” se está atascando de corrupción. Esos no han sido errores del lópezobradorismo,  sin embargo, López Obrador tiene cinco errores históricos que de la siguiente manera se señalan:

 Uno fue que  al aceptar su cargo como Jefe de Gobierno,  no hizo denuncias de corrupción evidentes de quienes estuvieron en  el ejercicio público que le antecedió, ya que era  responsable de denunciar  el cochinero que le dejó su antecesor Cuauhtémoc Cárdenas y la sucesora sustituta Rosario Robles, en virtud de que ambos personajes no solamente cometieron errores graves que los hacían responsables políticamente y profesionalmente hablando, sino que también realizaron desfalcos y posibles robos al entonces Distrito Federal, y fue que Andrés Manuel como Titular del ejecutivo local  quien no denunció esas anomalías, aunque   ya en su sexenio presidencial fue  cuando se encarceló  a Robles por nuevos delitos, aunque nunca ha demandado de manera política a Cárdenas, por su traición en 1988 al no defenderse del fraude salinista respecto a  la Presidencia de la República, y  en donde Cuauhtémoc Cárdenas  no realizó  resistencia alguna  y  pactó con Salinas de Gortari,  el control del país  y posteriormente aceptar ser empleado de Vicente Fox. López ha declarado como excusa, que no quiere confrontarse con la historia por el respeto que le tiene al  hijo del expresidente Lázaro Cárdenas quien contrariamente   sí ha criticado a López Obradorpor no mantenerse más flexible con los grupos  de poder.

Otro error de Andrés Manuel, es  no haber cumplido su palabra de no contender para la Presidencia de la República para el 2006 y en donde  terminó si haciéndolo. La pifia consistió en que se anticipó a “darse por muerto”  con el fin de disminuir el ataque brutal que Vicente Fox como Presidente de la República ejercía sobre la hoy Ciudad de México, que avanzaba estructuralmente a diferencia de otras entidades federativas cuando López era el jefe de Gobierno. Quizá la motivación  que hizo que López determinara lanzarse a la Presidencia de la República, fue detectar que el candidato de la oposición que seguramente sería Cuauhtémoc Cárdenas, ya estaba vencido moralmente y en la  intención de voto, por lo que se vislumbraba la llegada de   un gobierno pripanista  más autoritario al que  lo desaforó como jefe de Gobierno y sin motivo.

Cuando López Obrador gana las elecciones presidenciales en el 2006 y se comete el fraude electoral para  nombrar Presidente a Felipe Calderón; Andrés Manuel López Obrador vuelve a cometer otro error, ya que en la  acción de resistencia en contra del órgano operativo del fraude electoral, que fue el INE en ese entonces denominado IFE,  y bajo el plan político de movilización del PRD, partido que posteriormente apoyó para la candidatura a la presidencia del 2018 a Ricardo Anaya Cortés, y cuya acción consistió en realizar un plantón en la avenida más importante de México, que es Paseo de la Reforma, fue que el exceso no consistió en cerrar dicha avenida  para evitar un estallido social que ahora la historia  nos ha dado de ejemplo los  conflictos de la misma naturaleza  que han ocurrido en América Latina, sino que ante la protesta masiva justificada, malamente se acompañó la colocación de una banda presidencial juarísta en el pecho de López Obrador, aunque  después se haya colgado la banda presidencial oficial, doce años después. Sin embargo al colgarse la cinta representativa, fue como se calmó y  se terminó con  las crisis de protestas,  que por otro lado,   con este tratamiento, fueron  cien por ciento pacíficas y sin dañar avenidas o negocios como las que ahora  se realizan y se justifican por la esfera empresarial que no  protesta sobre los ataques de vandalismo de  grupos femeninos que se pasean mucho más horas por  Paseo de la Reforma  y el centro Histórico,  que aquel plantón de calma-furias del 2006, y en donde en estas manifestaciones sí existen actos delicados de violencia. Sin embargo,para muchos el plantón en reforma era suficiente para calmar la furia ciudadana, y colgarse la banda juarísta ya fue un exceso.

Otro error llega, cuando López Obrador se lanza como Candidato por segunda ocasión  para la Presidencia de la República, y acepta en su fórmula de coalición, tener como candidato a la par, para jefe de gobierno de la hoy  CDMX, a Miguel Ángel Mancera Espinoza, un político peligroso que hoy ocupa un curul en el Senado de la República y que ha sido el gobernante capitalino más saqueador y corrupto para la metrópoli, incluso superando a  los regentes priístas, y que  de no ser compañero de Fórmula de López Obrador,  seguramente  Mancera hubiera tenido mayores problemas para ganar su candidatura y no hubiera tenido el récord de votos obtenidos en la capital del país para ser Jefe de Gobierno.

Ahora como Presidente de la República, López Obrador no ha logrado regresar al ejército a sus cuarteles ni disminuir la violencia que corre por todo  México.  Aunque creó la Guardia Nacional y con ello, en parte si bajó la actividad militar, ésta no ha desaparecido aunque si se ha legalizado, y  se corrigió la aberración cuando al ser ocupadas las fuerzas armadas por Calderón y Peña, las orilló  a dichas instituciones a la ilegalidad y hasta al delito, por lo que se tuvieron que realizar ajustes constitucionales. Sin embargo el propio Presidente que ha encabezado una revolución en cuanto a la figura presidencial y una enorme evolución en la vida pública del país, ha señalado -que aún con un México vacunado eficazmente, con un México sin mayor deuda, con un México en recuperación de  sus  programas sociales que es la esencia  y justificante de un Estado,  y la  recuperación recursos públicos y naturales, por lo que México    ya autosuficiente en la producción de engrudo, y con una estabilidad en impuestos y aumentos de energéticos, así como en su moneda, y otras bendiciones-, independientemente de todo éso,   ha sido determinante en decir “que de no controlar la violencia en México; no se habrá dado la Cuarta transformación del país”.  

Aquí los errores o pecados de un político que parecía su figura política  se engrandecería aún  más, no siendo presidente que siéndolo, bajo el amparo “de lo que pudo haber sido y no fue”, pero que sin embargo,    aceptó el reto de  la Presidencia para cumplir una por una sus promesas de campaña y lo que predicaba en su proyecto de país cuando recorría todos los rincones del territorio mexicano, y que hoy tiene todavía en sus manos,  un sexenio presidencial que aún no ha concluido. Más en www.somoselespectador.blogspot.com