Con un pueblo que en su enorme mayoría le tiene confianza al Presidente López Obrador, consecuencia de lo que propició la revolución electorera del 018, pero sin la capacidad de defender un pensamiento progresista sustentado, mientras que otra parte del pueblo es víctima de su propia ignorancia conservadora, también existe un poder judicial y un poder legislativo sin un líder honesto y en busca de cambios radicales, así como instituciones podridas desde sus entrañas, es lo que trae como consecuencia que el poder ejecutivo federal que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador se note revulsivo pero con pasos lentos y otros impedidos ante lo que debería ser un acompañamiento revolucionario pacífico. Clara muestra de este camino pantanoso, es la oposición irracional a la construcción del antecedente de votaciones por la revocación del mandato constitucional que será inevitable quedé sellada, aunque los mismos partidos y manipuladores que alientan a la votación para que el mandante escoja a su representante, también alientan a que no participe en el nacimiento de un mecanismo democrático para quitar lo mal puesto, situación que pese a los obstáculos, el propio ejecutivo federal ya hizo una realidad, para el pequeño avance del principio poner y quitar de la democracia. Y otra muestra del atraso político y la contraposición del poder legislativo y judicial, así como de las supuestas instituciones autónomas como el INE y la propia Fiscalía General de la República, es la tolerancia de estos poderes a la no exterminación de actos de corrupción, razón por lo que entre otras medidas era importante se autorizara la aprobación de la ley propuesta por el ejecutivo federal, consistente en que ningún funcionario de alto nivel en la administración pública o el gobierno y sobretodo el Presidente de la República, después de ocupar dicho cargo, podrían ocupar otro cargo relacionado con sus anteriores funciones, en favor o para la iniciativa privada; y así no provocar la fuga de secretos nacionales para enriquecimiento o recibir cargos de alto nivel empresarial como recompensa a una ayuda subterránea y en perjuicio de la nación, con lo que haya brindado el exfuncionario para la empresa que luego lo contrata,tal y como sucedió con el caso de Zedillo, Felipe calderón Hinojosa y empleados de Salinas de Gortari. Sin embargo tal situación de relevancia, no se informa en los medios tradicionales, como tampoco la rotunda negación de funcionarios del INE por bajarse el sueldo, que resulta abusivo y superior al propio sueldo que percibe el Jefe de la Nación. Resulta claro que los servidores públicos que tuvieron
acceso a información reservada o confidencial pueden utilizarla en perjuicio
del país, por lo que debe prevérse
evitar cualquier tipo de acto que derive en corrupción al incorporarse a alguna
empresa con la que se tuvo relación. En el caso del expresidente Ernesto
Zedillo, se empleó como consejero ejecutivo de
Union Pacific, concesionaria de la empresa Ferrocarriles Nacionales de México,
que fue privatizada durante su mandato. Y en el actual caso de Felipe Calderón
vive de su consejería para Avangrid, filial de la compañía española de energía
Iberdrola, empresa que tuvo varios contratos abusivos con el gobierno mexicano. En un
principio esta ley fue aprobada pero legisladores que en su mayoría son del partido que llevo al poder el presidente, pero grupos pripanistas
acudieron al Tribunal de amparo para el día de hoy, eliminarla. Pero el debate
entre manipuladores y manipulados de
cara a la opinión pública, es otro y de otro nivel a los puntos importantes que propone un gobierno de transformación ante otros poderes, instituciones y un minotario pueblo que resultan deformadores del estado mexicano. Más www.somoselespectador.blogspot.com