Solamente Jana Gutiérrez ha podido igualar la simpatía que plantó Enrique Borja en los años setentas para convertirlo en un ídolo de México en el fútbol. Jana no solamente es una gran futbolista de las águilas
del América, sino que también es una figura que ha nacido con un impactante carisma, por lo que sí el
fútbol femenil mexicano tuviera la misma difusión que tiene el fútbol varonil, seguramente Jana
sería una figura mayor a la de muchos otros futbolistas y que estrellas del
pop.